Yamani Khaled: “La cuestión de los refugiados palestinos es principalmente una cuestión política”

Gracias al Foro Palestina Libre de Zaragoza pudimos mantener una larga y profunda charla con Yamani Khaled, un refugiado palestino en el campo de Baddawi, en Líbano, que nos acercó a la realidad de quienes llevan siendo refugiados desde hace casi 70 años. Khaled ofrecerá dos charlas, una en Zaragoza y otra en Uesca

Yamani Khaled durante la entrevista. Foto: Miguel Ángel Conejos (AraInfo)

Los refugiados han aparecido de repente, y como si antes no hubieran existido, en nuestro confortable hogar europeo. Hoy todo el mundo occidental habla de las y los refugiados, sin duda con cierta ligereza. La crisis migratoria provocada por los conflictos armados en Siria, Iraq o Afganistán ha sido la responsable de la aparición de este tema en nuestra agenda política y mediática. Las guerras en Oriente Medio han generado una oleada de solicitantes de asilo, que tratan de llegar a Europa en busca de un lugar seguro donde asentarse e iniciar una nueva vida.

Sin embargo, esta ‘crisis de los refugiados’, es un proceso migratorio, al menos, tan viejo como lo son las guerras. Antes de estallar en conflicto en Siria, e incluso en el transcurso del mismo, millones de personas alrededor del planeta han tenido que huir de sus casas ante la violencia que llamaba a sus puertas. Nada nuevo.

Yamani Khaled es una de esas personas. Palestino, refugiado en Líbano, reside en el campo de Baddawi desde siempre. Cuando le preguntamos cómo es su historia y la de la huida de su familia a Líbano, nos asegura que es la historia de Palestina en sí misma.

“En 1948 cuando llegan los sionistas, ayudados por el Reino Unido, expulsan a los palestinos. La mayoría de ellos estaban viviendo en Galilea, en el norte de Palestina, hoy día Israel, y se tuvieron que marchar al Líbano. Así que se puede decir que llevamos en Líbano 68 años. Por supuesto en aquella época nuestras familias vivieron unas situaciones muy duras, viviendo en tiendas de campaña durante dos años. No había salud y ni educación. Tras diez años allí, todo el mundo se dio cuenta de que volver a nuestros hogares no iba a ser fácil. Entonces Naciones Unidas tomó la decisión de crear la UNRWA -Agencia de Naciones Unidas para las personas refugiadas de Palestina, por sus siglas en inglés- que es la organización que se encarga de los refugiados palestinos. Ahora los palestinos viven oficialmente en doce campos de refugiados. Somos alrededor de 500.000 palestinos, registrados por UNRWA, hay otra gente que es refugiada, pero como no están en este registro, no cuentan. El mayor de los campos tiene dos kilómetros cuadrados”.

El de Baddawi tiene 58 años de historia. Al principio, como ocurre ahora con miles de refugiados sirios en la localidad griega de Idomeni, vivían en tiendas de campaña. Conforme fue pasando el tiempo, y tras comprender que su regreso a Palestina iba a ser, cuando menos complicado, muchos comenzaron a construir casas. “Ahora no hay tiendas, hay casas, hay calles, pero en unas condiciones lamentables. Estamos hablando de casas muy poco saludables, no entra el sol, son muy pequeñas. Seguimos teniendo muchos problemas con la electricidad, con el agua, con todo”.

En una ciudad esos servicios los soluciona el ayuntamiento. ¿Qué tipo de organización soluciona estos problemas en Baddawi? “En general, ese tipo de responsabilidades es de UNRWA. En el caso de la electricidad es responsabilidad del gobierno libanés. En todo lo demás, el gobierno libanés no tiene responsabilidad, ni ofrece ningún servicio. Lo que ocurre es que la electricidad está racionada, no podemos tener toda la que queramos. Por ejemplo, con el agua, los libaneses tienen su propia red de abastecimiento y distribución pero no la proporcionan a los palestinos. Así que en muchos campos de refugiados el agua es salada, por tanto la tenemos que comprar. No en todos los campos es igual, en algunos, UNRWA proporciona agua pero en Baddawi por ejemplo no. Además, UNRWA no aumenta los servicios en función de la población. Si al principio éramos dos mil y ahora somos 50.000, la cantidad sigue siendo la misma en cuanto a servicios. Los campos no son un sitio donde un ser humano pueda vivir”.

Yamani Khaled. Foto: Miguel Ángel Conejos (AraInfo)
Yamani Khaled. Foto: Miguel Ángel Conejos (AraInfo)

Seguimos indagando un poquito en los servicios de los que dispone cualquier ciudad con una población como la de Baddawi. Nos preguntamos qué ocurre con la escolarización y la educación de niños y jóvenes. Yamani asegura que la educación es responsabilidad de UNRWA, porque ellos, como refugiados, tienen prohibido exigirla al gobierno libanés. “Escuelas hay, lo que no hay es calidad en la educación. Por ejemplo, en una habitación de 15 metros cuadrados hay 40 o 50 niños y los profesores tampoco están cualificados. El listado de materias tampoco está adaptado. Hasta hace 25 años, entre el 80 y 90% de los palestinos llegaban a la universidad, pero ahora, todo ha empeorado mucho. Entre los 12 y 14 años un 53% de los niños abandona el colegio. UNRWA niega esa cifra. Hasta esa edad pasan automáticamente de curso, sin embargo, cuando los examinan para acceder a secundaria, se dan cuenta de que no saben leer y la mayoría abandonan y tratan de buscar un trabajo”. El 47% restante engrosará el sistema educativo libanés, en el que no podrán estudiar todas las carreras ofertadas. “En el sistema público hay muchas carreras a las que no pueden acceder, como por ejemplo Medicina. Están las universidades privadas, pero son inaccesibles, por un lado por el precio y por otro, porque muchos palestinos prefieren no estudiar, ya que tienen un listado de 75 profesiones prohibidas para ellos en Líbano. Profesores, médicos, ingenieros… los palestinos pueden trabajar en esas profesiones, pero sólo para UNRWA, no en el mercado laboral libanés”, nos asegura Yamani.

Pero todo el mundo necesita poder llevar algo de dinero a casa. Extraoficialmente, ¿se puede trabajar? Es decir, ¿hay trabajo de forma clandestina? Yamani asiente con la cabeza. “La mayoría trabajan de peones, en la construcción, como pintores… La ley libanesa también permite contratar a un 10% de trabajadores extranjeros en las empresas, si eres un gran profesional puedes acceder a ese mercado. Luego existe el trabajo de forma extraoficial, pero puedes llegar un día y encontrarte con que en tu lugar de trabajo y te digan que ya no trabajas allí. Del 50 al 60% de la gente que vive en los campos depende de los familiares que viven fuera. Desde los años 70 muchos palestinos emigraron a Europa, especialmente padres e hijos”.

Nos interesa saber cómo es la situación actual en los campos de refugiados en Líbano. Tras el bombardeo israelí del campo de Nahr el Bared, en 2007, o con la llegada de refugiados procedentes de Siria. “Este es uno de nuestros principales problemas, poder vivir con seguridad”, responde Yamani. “En nuestra historia más reciente, siete campos de refugiados han sido destruidos. El primero en 1974, Israel lo destruyó completamente. En la guerra civil en Líbano varios campos fueron arrasados. Durante la invasión de Israel de 1982, se destruyeron Sabra Shatila y otros campos”. Se detiene en uno en especial, el bombardeo de Nahr el Bared, que afectó indirectamente al campo de Baddawi, obligado a realojar a miles de refugiados que huían del bombardeo israelí. Recuerdo que fue un sábado. En diez horas, 3.500 personas huyeron del campo. Aún hoy, para muchos su sueño es tener una foto de la infancia en Nahr el Bared, porque allí lo perdieron todo. Aquello no solo fue una catástrofe para las 45.000 personas que vivían allí, sino para todos los palestinos en los demás campos, que comenzaron a vivir con la incertidumbre de cuando les bombardearían a ellos. Llegó un momento, que vino tanta gente que cualquier lugar del campo estaba habitado. Lugares sin puertas, sin ventanas, e incluso con ratas. Todo estaba habitado. Tras dos o tres años algunos volvieron a Nahr el Bared. Perdieron todo, sueños, casas, todo”.

 La guerra de Siria, no sólo ha desplazado a casi diez millones de sirios, también lo ha hecho con decenas de miles de palestinos, más de 50.000 afirma Yamani, que ya eran refugiados en Siria. Empezaron a llegar a partir de 2013. Fue a partir de 2012 cuando los campos en Siria, como Yarmuk empezaron a ser invadidos por el frente Al Nusra y el Estado Islámico. No tienen derechos, vienen sin papeles y sin dinero y están allí, sin poder salir del campo de refugiados. Para ellos es un gran cambio porque en Siria tenían plenos derechos, podían trabajar, tenían sanidad, educación,… todo gratuito. De repente llegaron a Líbano y no tienen de nada, ni siquiera UNRWA les está dando refugio, es decir, un techo bajo el que vivir. Entre los años 2012 y 2014, el 90% de los niños no iban al colegio. UNRWA no abrió más colegios para ellos y cuando les ofrece escolarización, el programa educativo no tiene nada que ver con el que tenían en Siria, es totalmente diferente. Así que muchos de ellos pierden la oportunidad de tener una educación. Con esas condiciones, hay muchos que desean volver a Siria aunque esté en guerra. Y otros muchos a través de Turquía por el mar, tratan de alcanzar Europa. Muchos mueren”.Un viaje a la desesperada que deben afrontar sin papeles, pues de los estados en la zona que acogieron a refugiados palestinos, tan solo Jordania, les ofrece papeles, que no la nacionalidad.

Yamani trabaja extraoficialmente como contable en una empresa. Sin embargo, invierte su tiempo libre con los jóvenes del campo de Baddawi, participando en un proyecto que trata de ayudar a estos jóvenes a escapar del tedio, la violencia y el hachís, acercándoles a la cultura palestina. “Nuestra Organización trabaja principalmente con dos grupos de edades, uno que va de los 6 alos 15 años, y otro que va de los 16 a los 25. Con los más pequeños trabajamos en tres líneas principales. Por un lado, damos clases de apoyo después del colegio a unos 180 niños todos los días. También ofrecemos ayuda de tipo psicosocial, algunos simplemente necesitan aprender a trabajar en equipo y otros necesitan más ayuda de tipo psicológico. Y la tercera línea es de tipo recreativo, scouts, arte palestino y otros aspectos de nuestra cultura. Con los jóvenes es más difícil. El primer aspecto que trabajamos con ellos es como crear líderes. En primer lugar, porque nuestros partidos políticosestán muy divididos y también porque los comités populares de los campos están todos formados por personas mayores y no tienen en consideración ninguna de las necesidades de la gente joven. Trabajamos desde dos aspectos diferentes, uno de ellos, crear competencias y capacitarlos, y otro es como crear una especie de grupo de presión para presionar de una forma política a la UNRWA”.

Nos interesamos por ese trabajo de concienciación en la juventud y por el mantenimiento de las tradiciones y la cultura palestina entre los más pequeños. ¿Existe alguna esperanza de volver a Palestina? Tenemos toda la esperanza. Cuando trabajamos con los niños, por ejemplo, si la actividad consiste en pintar, les pedimos que pinten algo sobre Palestina. O por ejemplo, cuando los niños hablan con sus padres les proponemos que escriban sobre algo que les cuenten, algo sobre la aldea de la que provienen. Cuando le preguntas de dónde es a un niño, ninguno te responderá que es de Baddawi, te dirá que es de Jaffa o Haifa. Tenemos muchas celebraciones para no perder nuestras costumbres palestinas. En las escuelas de UNRWA, por ejemplo, no se estudia la geografía palestina, ni la historia. Nosotros, en las jornadas del fin de semana, les enseñamos todas esas cosas que no aprenden en las escuelas de UNRWA, las tradiciones, los bailes, las canciones… es la única forma de que puedan mantener las raíces palestinas”.

Yamani Khaled. Foto: Miguel Ángel Conejos (AraInfo)
Yamani Khaled. Foto: Miguel Ángel Conejos (AraInfo)

Nos preguntamos cómo se ve, desde los campos de refugiados palestinos en Líbano, la actualidad mediática y el tratamiento que se le está dando a la crisis de refugiados a raíz de la guerra de Siria, especialmente en occidente. La realidad es que desde los medios europeos se habla esencialmente de los sirios, cuando en esta migración ha habido personas de otras nacionalidades, que han terminado por ser injustamente tratadas como ‘migrantes económicos’. Los palestinos, que ya son hijos, incluso nietos y bisnietos, de refugiados ¿cómo lo ven? “La cuestión de los refugiados palestinos no es una cuestión humanitaria, es principalmente una cuestión política. De los sirios, todo el mundo dice que tienen derecho a volver. Al mismo tiempo nadie habla de los palestinos”. Para Yamani confluyen dos aspectos, el político y el económico. Pero la gente habla justamente de lo que hay entre estos dos puntos, que es lo humanitario, obviando las motivaciones de la migración, e incluso de la guerra. “Hace poco tiempo, en Alemania, se hablaba de que en 20 años no van a tener el capital humano para abordar las necesidades de producción, debido al envejecimiento de la población. Necesitan importar trabajadores, porque necesitan capital humano. Por otro lado, de Siria se está marchando toda la población formada, por loque Siria está perdiendo poder en ese sentido. Y este problema para Siria es más urgente que la propia guerra. ¿Por qué esperan a 2015 cuando la guerra en Siria comienza en 2011?”Para Yamani, la muerte en las playas turcas de Aylan, genera un antes y un después en el tratamiento de la crisis migratoria. Es a partir de ese momento cuando se pone un freno al flujo de refugiados. “Mientras tanto, Alemania estaba recomponiéndose demográficamente, por eso aceptaban un flujo de personas que sabían que necesitaban en términos económicos. Turquía por ejemplo, quiere entrar en la UE, y está usando a los refugiados para su propio interés. Para Turquía este acuerdo no tiene nada que ver con el aspecto humanitario, simplemente se trata de recibir 6.000 millones de euros, cerrar la frontera y tratarlos como animales”. Desde su punto de vista, para Turquía ni siquiera suponen un problema demográfico los casi cuatro millones de refugiados, algo que si supone, y mucho, para Líbano,un país que con cuatro millones de habitantes y tiene dos millones de refugiados.

Le preguntamos a Yamani, si como nosotros, entiende que las crisis migratorias pueden alargarse en el tiempo. Quizá sea un problema económico global y que la economía se ha desbocado con la globalización y la gente se ha dado cuenta que puede vivir de otra manera en otros sitios. Por lo tanto en el momento que estalle un conflicto, las personas exigirán su condición de refugiado, como es normal por otra parte, y más, cuando se están  utilizando estos conflictos para explotar esos territorios. En definitiva, puede tratarse de un flujo migratorio que acaba de empezar pero que puede no tener fin. No solo con Oriente Medio sino también con África o Asia, es decir, una época de migraciones muy intensas. “Por supuesto tienes razón, no se puede solucionar el problema al 100%, porque hay muchas clases de migrantes, los económicos, los que huyen de la guerra… y esta situación va a continuar. En general todo el mundo quiere inmigrantes, incluso Estados Unidos está recibiendo a miles de inmigrantes, pero con la condición de que sea algo que les interese en cuanto a capital humano. Siempre va a haber gente que necesite sobrevivir,  y aunque se pongan trabas, las personas siempre van a encontrar la forma de llegar. El capitalismo no cree en el nacionalismo, cree en el beneficio y las medidas a tomar van encaminadas en ese sentido.Por ejemplo, cuando se habla del refugiados palestinos siempre se habla del aspecto económico y político, pero hay un tercer punto que es el del interés económico de Israel. Todas las políticas que se aplican con los refugiados palestinos están supeditadas a la agenda política que establece Israel. Hace dos años hubo una negociación entre la UE, ONU, Israel y Palestina y la principal demanda de Israel era cerrar la UNRWA. Porque la UNRWA es la que se hace responsable de todos los palestinos refugiados desde 1948. Si Israel cancela la UNRWA lo que está anulando es la causa de los refugiados. Si se cierra la UNRWA deja de ser un problema político y si esto ocurre, los refugiados palestinos se diluirán en esta masa de refugiados que hay por todo el mundo. Y esto está siendo visible en Gaza, en Cisjordania, en Jordania… La UNRWA está reduciendo sus servicios por culpa de las restricciones presupuestarias, pero el problema está en las demandas de Israel. Así que están poniendo la presión sobre los países y no sobre la ONU, para que sea un problema global. Todo el mundo habla de los refugiados por el mundo pero nadie habla de los refugiados palestinos”.

¿Y si cerrara la UNRWA en que situación quedan los palestinos refugiados en Líbano y en Jordania? “Será una catástrofe, porque el gobierno libanés no va a poder asumir todas estas necesidades de los refugiados. Actualmente, hay gente que se está muriendo en las puertas de los hospitales libaneses. Por ejemplo, la mujer de un amigo mío estaba embarazada y necesitaba una cesárea, por lo tanto tenían que pagar 6.000dolares, pero no tienen dinero. En Líbano se están dando situaciones de gente que va al hospital y muere, si la familia no tiene dinero para pagar, no se pueden llevar el cuerpo y este se queda en el hospital. Respecto a la educación más del 80% de los niños no podrían ir al colegio porque no lo pueden pagar. Esto si hablamos de lo humanitario. En lo político, esto afectará al retorno de los palestinos sin ninguna duda. Si cierran UNRWA se extenderá una campaña de propaganda de tipo ‘ya hemos solucionado el problema de los palestinos’. Y es posible que al final nos tengamos que quedar en Líbano pero como ciudadanos de segunda”.

Yamani es un tipo amable, de ojos sinceros, que transmite felicidad. No queremos que la entrevista acabe con un escenario triste como el de la posible disolución de la UNRWA. Le pedimos que lance positivo, algo que desee sea escuchado. “Deseo para mis amigos, y para los que no lo son, que conozcan la realidad de los palestinos. Lo primero, que comprendan la necesidad de que siga abierta la posibilidad de retorno a nuestra tierra. Todas las resoluciones de Naciones Unidas admiten nuestro derecho al retorno. Y lo segundo, nuestro derecho a luchar, a resistir. Todas las poblaciones ocupadas a lo largo de la historia han luchado. No son terroristas. No se puede decir que la resistencia francesa fuera terrorista aunque matase nazis. Si la gente puede entender estos dos puntos, nuestro derecho al retorno y nuestro derecho a luchar, creo que se verá en la obligación moral de apoyarnos. Nosotros – los palestinos - pagamos con nuestro dinero el apoyo a Cuba, a Nicaragua, a Yemen, a Argelia, y no solo con manifestaciones, también con dinero, porque creíamos que era causas justas. La cuestión palestina no está separada del resto del mundo. La lucha contra el capitalismo tiene que ser una. Somos uno y tenemos que luchar como si fuera una batalla, nosotros nos apoyáis en unos sitios y nosotros hacemos lo mismo con vosotros”. Sin duda un mensaje de solidaridad.

Charlas en Zaragoza y Uesca con Yamani Khaled

El 30 de marzo se conmemora el Día de la Tierra Palestina. El Foro Palestina Libre de Zaragoza organiza dos charlas con la intervención de Yamani Khaled, para conmemorar esa fecha. La primera, este viernes, 8 de abril a las 19.00 horas, en el Centro Cívico Delicias de Zaragoza. La segunda, el martes 12 de abril, 19.00 horas, en la Asociación Vecinal Juan de Lanuza de Uesca.

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