Vuelve la liga

Vuelve la demencia del fútbol, la dosis de prozac para aturdidos neuronales. La obscenidad especulativa, imaginaria, a través de juegos mentales de campos de batalla. Real Madrid y Barcelona. Dos ficciones a elegir (como el boli BIC). Piden subvención al estado para mantener las nóminas pantagruélicas de sus juglares. Hace apenas un año, Sergio Ramos, defensa del Florentino Fernández C.F y su Heavycompañera, gastaban millones en su megaboda para impresionar a los aficionados a los chismes prefabricados, en tribuna, grada de sol o encaramados a un árbol de la tertulia. El mundo abatido porque Messi y otras figuras tienen rotura …

Vuelve
Foto: Dan Gold (Unsplash).

Vuelve la demencia del fútbol, la dosis de prozac para aturdidos neuronales. La obscenidad especulativa, imaginaria, a través de juegos mentales de campos de batalla.

Real Madrid y Barcelona. Dos ficciones a elegir (como el boli BIC). Piden subvención al estado para mantener las nóminas pantagruélicas de sus juglares.

Hace apenas un año, Sergio Ramos, defensa del Florentino Fernández C.F y su Heavycompañera, gastaban millones en su megaboda para impresionar a los aficionados a los chismes prefabricados, en tribuna, grada de sol o encaramados a un árbol de la tertulia.

El mundo abatido porque Messi y otras figuras tienen rotura de fibras, porque a un inspector de Hacienda no le cuadra la cuenta de resultados.

Jugadores montando barbacoas con el torso desnudo, celebrando el año de la pandemia en sus posesiones sin límites de metros cuadrados. Confesando que no se habían enterado, que su fase es de otro mundo, que como penitencia toserán 10 veces en el codo.

Vuelve la publicidad de las casas de apuestas en camisetas, saqueadores de buscadores de oro de barrio, parados y chicxs metidos a aprendices de especuladores. Publicidad que cuando juegan en Europa deben quitarse, porque allende los Pirineos está prohibido hacer publicidad de los ladrones.

Regresa el corral dominguero radiofónico, la fabricación de mitos y soma, el gol de la jornada por toda la escuadra de la miseria humana.
Jactarse de 12 horas de retransmisión vacua, el 1 X 2, los eufemismos del William Hill apuesta con responsabilidad. Basura vertida por colectores catódicos, válvulas de escape, gases lacrimógenos. Mientras se ignora y se olvida la nobleza y el esfuerzo de otros deportes.

Pervierten hasta lo más sagrado: bajar a la calle con un balón, dibujar con una piedra una portería en una pared, colocar los jerséis y las carteras como postes y empezar a elegir compañerxs, a correr.

De niños que aprendían a relacionarse a gente mayor que se infantiliza creyéndose mejores.

Pero vuelve la liga millonaria, sin público, sin dinero, sin piedad para que sobrevivan otros deportes. Pidiendo subvenciones.

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