El cambio de hora se empezó a aplicar con regularidad en 1974 debido a la crisis del petróleo un año antes. Desde 1981, toda Europa sincroniza las manijas de sus relojes a la vez. A día de hoy el cambio obedece al cumplimiento de la directiva europea del cambio de hora, que pretende favorecer el ahorro de energía, y que afecta a todos los países de la Unión.
Un hecho con el que diferentes asociaciones no se muestran de acuerdo al influir, el cambio de hora, de manera perjudicial sobre los biorritmos de las personas, especialmente en las más mayores y más jóvenes.
En 2018, la mayoría de los países de la UE se plantearon la abolición del cambio de horario. Una decisión que la Comisión Europea (CE) había propuesto aplicar para 2019, pero que sin embargo decidieron posponer hasta 2021 para adoptar una postura consensuada al respecto.
Sea como fuere, en la madrugada de este domingo 29 de marzo, a las 2.00 se adelantarán los relojes hasta las 3.00 horas, dando así comienzo al horario de verano. Un horario que se mantendrá hasta el último domingo de octubre cuando se recuperará el horario de invierno.
Así, desde este domingo, la salida diaria a los balcones de las 20.00 horas, para aplaudir y homenajear al personal sanitario que lucha incansablemente contra la epidemia de coronavirus, la haremos aún con sol.