Las primeras maniobras con fuego real de este año 2019 tendrán lugar los días 13,14,15 y 18 de febrero. Durante cuatro jornadas se podrán escuchar las explosiones de unas prácticas de guerra, sin que los y las vecinas de Bardenas puedan saber cuántas más tendrán que soportar en lo que queda de año.
Lo que si ha transcendido públicamente es el aumento del canon económico que reciben los congozantes, que se traduce en una mayor dependencia económica a las prácticas militares de este polígono militar. Un aumento en ese canon pagado por el Ministerio de Defensa a los diferentes consistorios, que muestra su postura de seguir usando estas tierras protegidas medioambientalmente como Parque Natural y Reserva Natural de la Biosfera, para los intereses de la OTAN, así como para cubrir las necesidades de la industria armamentística.
Desde la asociación Bardenas Libres, lamentan esta situación, y ponen el acento en los "ayuntamientos congozantes del cambio", hacia los que lanzan una pregunta directa: "¿Por qué no renuncian a un canon manchado de sangre, cuyo único objetivo es acallar las voces críticas ante esta ocupación militar?"
Para esta asociación resulta "cuando menos hipócrita", mantener una postura crítica y contraria a la presencia militar en tierras bardeneras, así como exigir que Bardenas sea un espacio para la paz, y recoger con la otra mano el dinero que procede de la política bélica en forma de soborno. "Basta ya de decir una cosa y caminar justo en la dirección contraria", piden desde la asociación.
Desde Bardenas Libres animan a aquellas que siguen manteniendo la lucha contra el polígono militar y contra las guerras que aquí se entrenan, a seguir haciéndolo y a seguir aglutinando energías con iniciativas como las que se han propuesto desde algunas agrupaciones municipales, como sería dedicar el dinero del canon a la ayuda a las personas refugiadas, que se ven obligadas a dejar sus pueblos debido a las guerras imperialistas que la OTAN entrena en Bardenas.