Vuelo destino Mozambique: 33 toneladas de alimentos para paliar una crisis crónica

Cabo Delgado es una región rica en piedras preciosas y yacimientos de gas natural en manos de multinacionales, mientras miles de personas han sido desplazadas por la guerra, las catástrofes climáticas y las enfermedades

Mozambique
Un vuelo humanitario, iniciativa solidaria organizada por las oenegés Open Arms y Solidaire, aterriza con 33 toneladas de alimentos en el aeropuerto de Nacala, norte de Mozambique. Foto: Open Arms.

Un Boeing 787 de la organización Solidaire, comandado por su presidente Enrique Piñeyro, despegó de Barcelona el pasado sábado con destino a Nacala (Mozambique) cargado con más de 33 toneladas de alimentos, con el objetivo de ayudar en la grave crisis humanitaria que está sufriendo el norte del Estado africano.

Este vuelo humanitario, que llegó a su destino el domingo 11 de julio, es una iniciativa solidaria organizada por las oenegés Open Arms y Solidaire.

Las 33 toneladas de alimentos consisten en legumbres, conservas de pescado, arroz y aceite de girasol que a su llegadoa se distribuirán a las poblaciones afectadas.

El objetivo es dar apoyo a las comunidades de Cabo Delgado -una región costera en el norte del Estado africano, en la frontera con Tanzania- que desde 2017 sufren continuos ataques indiscriminados por parte de grupos armados afiliados al Estado Islámico que arrasan las aldeas, torturan, violan y asesinan.

En estos últimos años la violencia yihadista le ha costado la vida a más de 2.800 personas y al menos 730.000 personas de esta región han abandonado su tierra.

Tres cuartas partes de las personas desplazadas a las regiones limítrofes son mujeres, niñas y niños, “que en muchos casos no tienen refugio o se encuentran indocumentadas y luchan a diario por subsistir”, denuncian desde las organizaciones.

Esta iniciativa forma parte de la misión de Open Arms, que desde hace años intenta ayudar con los problemas en el origen. En Mozambique, así como en otros Estados africanos, “la desesperación de centenares de miles de desplazados a causa de la violencia los empuja a emprender viajes muy arriesgados y peligrosos”.

Mozambique
Foto: Open Arms.

Un conflicto olvidado

Según ACNUR, la oficina de la ONU para las personas refugiadas, la situación en la región de Cabo Delgado es crítica y se ve agravada por la pobreza crónica, las crisis climáticas consecutivas y los brotes recurrentes de enfermedades, incluida la COVID-19.

Además, el Estado aún se recupera de los dos devastadores ciclones que tuvieron lugar en 2019 y atraviesa una situación sanitaria muy difícil, agravada por la pandemia de COVID-19, que ha dejado sin medios de vida a gran parte de la población, y por el alto riesgo de propagación de otras enfermedades infecciosas como el cólera.

Cabo Delgado es una región rica en piedras preciosas y yacimientos de gas natural y la explotación de sus recursos naturales está en gran parte en manos de multinacionales.

"La realidad es que las necesidades son inmensas, se necesitan más recursos de la comunidad internacional pero también del gobierno de Mozambique, y es importante actuar antes de que sea demasiado tarde", ha afirmado Gillian Triggs, alta comisionada adjunta para la protección de ACNUR.

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