Fruto de la unión y altruismo del veterinario de pequeños animales, Luis Alberto García, desde su clínica veterinaria en Exeya d'os Caballers, del ingeniero, Jorge Cubeles Escriche, y del anestesista, Fernando Beltrán Ribera, surge un proyecto que en estos momentos está más cerca de ser realidad.
Desde la semana pasada y en un tiempo récord y con toda la discreción con la que se deben llevar estos temas, estos profesionales han sido capaces de producir un prototipo que ya ha sido probado en modelos animales con excelentes resultados.
Una vez producido el prototipo y ante la imposibilidad de luchar contra la burocracia, el Colegio de Veterinarios de Zaragoza conjuntamente con el Colegio de Médicos de Zaragoza, CEPYME Aragón y el Rectorado de la Universidad de Zaragoza se pusieron a trabajar para que se pudiese hacer una primera valoración por el grupo de anestesistas y el servicio de electromedicina del Hospital Cínico Lozano Blesa de Zaragoza, valoración que fue altamente positiva.
Desde la profesión veterinaria, que es una profesión sanitaria, y en especial desde sus centros veterinarios también luchan para ayudar en esta crisis, aportando todos sus conocimientos y de forma altruista los respiradores de los centros para ayudar a las personas enfermas que así lo necesiten.