Varias organizaciones medioambientales y vecinales desmontan las palabras de Serrano sobre el transplante de Salamero

Pese a que el consejero de Urbanismo se comprometió a "conservar los árboles" y aun existiendo otras medidas alternativas, el día 4 de agosto se inició la tala del 75% de los árboles existentes, incluso las dos moreras que se consideraban con valor especial

Salamero
Víctor Serrano, consejero de Urbanismo. Foto: Ayuntamiento de Zaragoza.

El pasado 1 de julio el consejero de urbanismo del Ayuntamiento Zaragoza, Víctor Manuel Serrano, realizaba las siguientes declaraciones: "Para conservar los árboles de la plaza, se retirará toda la tierra que sea posible y se dispondrá un apeo bajo ellos con continuidad hasta la solera del nivel inferior del sótano".

Estas declaraciones respondían a los diferentes informes realizados por la empresa INTEMAC contratada por el Ayuntamiento en relación a las medidas de seguridad a adoptar en el forjado de la cubierta del aparcamiento de la plaza.

Sin embargo, aun existiendo otras medidas alternativas, el día 4 de agosto se inició la tala del 75% de los árboles existentes, incluso las dos moreras que se consideraban con valor especial. Por declaraciones del Consejero esta decisión respondía a los informes del Servicio de Parques y Jardines que al parecer no estimó la opción técnica de mantener el arbolado tal como proponía la empresa INTEMAC, sino que optó por proponer la tala de todos los árboles y el trasplante exclusivo de los 11 olivos. Esta decisión, según el propio informe de Parques y Jardines, se basa en criterios economicistas, dado que aplicando la llamada Norma Granada que permite otorgar un valor económico a los árboles, los olivos estarían valorados en 10.000 euros por lo que serían los únicos que merecerían ser conservados y trasplantados.

Una decisión que ha sido criticado por las organizaciones medioambientales ANSAR, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, SEO BirdLife, la FABZ, la Asociación Vecinal de la Madalena "Tierra y Libertad" y la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública de Aragón ADSPA.

“Para Parques y Jardines, prima el tema económico frente a otros valores que proporcionan las zonas arboladas en la ciudad, tanto desde el punto de vista de la biodiversidad y refugio de especies como de la calidad de vida y salud del ciudadano”, aseguran en un comunicado conjunto en el que entre otros beneficios enumeran: mejora la calidad del aire, amortigua la contaminación acústica, dulcifica las temperaturas extremas y actúa como sumidero de CO2.

Aspectos que vienen recogidos en la Estrategia Municipal de Cambio Climático así como en el Plan Director de la Infraestructura Verde presentado recientemente por la consejera Natalia Chueca el 17 de junio y donde recalcaba que "los arboles son la columna vertebral de la infraestructura verde, tratándose de un elemento estratégico para la salud y el bienestar de los ciudadanos".

Salamero
Afección en las raíces.

Zaragoza sin sombra

Zaragoza es una ciudad con gran aridez, donde en los últimos años el modelo de plazas duras, sin arbolado, ha repercutido en que cada vez haya menos espacios sombreados que amortigüen la insolación y altas temperaturas, más allá de otros beneficios. El entorno de la Plaza Salamero no cuenta con zonas verdes, por lo que para estas organizaciones, “asegurar esta plaza arbolada era de gran importancia en el marco de emergencia climática en las que nos encontramos”.

Por otra parte, recuerdan, determinados ejemplares longevos constituyen un patrimonio cultural, histórico y sentimental, aspecto que una tala y sustitución no resuelve. Sin embargo, a pesar del consenso teórico y del marco legal existente a su favor, “el árbol de ciudad es una víctima permanente del urbanismo actual como venimos denunciando permanentemente”, señalan.

Por todo ello estas organizaciones ecologistas, vecinales y de defensa de la sanidad publica, consideran que si bien era necesario realizar una obra que garantizase la seguridad de los aparcamientos, se preguntan cuáles fueron las razones por las que no se contempló la propuesta de la empresa INTEMAC que planteaba la opción de salvar el conjunto del arbolado y que inicialmente anunció el consejero de urbanismo, cuando por expertos en arboricultura en espacios urbanos se plantea que la tala o el trasplante son las últimas opciones a tomar. “En ningún momento se ha justificado por qué se desechó dicha opción. A no ser que, como es habitual, cada vez que se hace una obra en esta ciudad se haya optado por la opción más cómoda y barata”, apuntan.

No se cumplieron las medidas

Por otro lado y aun contemplando que no había otra opción y que sólo podrían salvarse los olivos, en opinión de las organizaciones denunciantes y por lo que han ido observando desde el día 4 que se iniciaron las obras, tampoco se han cumplido los requerimientos necesarios para que su trasplante pudiera hacerse con garantías de supervivencia. Ante las altas temperaturas de dichos días no se procedió al riego de los olivos ni hubo protección de ramas y raíces ya que la maquinaría circulaba en el entorno de los mismos provocando compactación del sistema radicular y rotura traumática de ramas. No fue hasta el 9 de agosto, y tras las quejas producidas, cuando se colocaron unas lonas geotextiles para "mantener la humedad y proteger el perímetro excavado"

El lunes 17 se comenzó ya la preparación para el trasplante, con una reducción importante del cepellón mediante retroexcavadora, maquinaria no aconsejada dado que provoca afección importante a raíces y desmoronamiento de cepellón y una poda necesaria pero no drástica ya que ha eliminado totalmente el conjunto de la zona foliar que genera fotosíntesis y energía para crear nuevas raíces. “Dicha poda se ha incrementado en el camión de transporte de los árboles a trasplantar, creemos que por no caber en la calle lateral por donde circula el camión, produciéndose también rotura de las ramas de los árboles de dicha calle”, denuncian.

Consultado a profesionales de la arboricultura, si bien los olivos son resistentes a los trasplantes, la forma en que se está procediendo puede ser la más económica pero pone en riesgo su supervivencia.

Por otro lado, según declaraciones del Consejero de Urbanismo se van a trasplantar a un vivero privado para posteriormente llevarlos al vivero municipal antes de su plantación en alguna zona de la ciudad. “No entendemos las razones de no utilizar directamente el vivero municipal ni que no puedan trasladarse en el futuro a la plaza Salamero”, se preguntan desde estas organizaciones.

Otra dudosa actuación

Durante estos días se han constatado las talas de pinos en el cabezo de Zaragoza, su justificación parece que se debe a que tienen un ángulo de inclinación que puede provocar su caída. Los pinos del Cabezo así como de otras zonas urbanas son incompatibles con el césped y el riego que este requiere para su mantenimiento. Los pinos viven en zonas que no requieren riego y así estuvieron durante mucho tiempo en el Parque Grande, Pignatelli y otros espacios urbanos. La incorporación de césped y el riego correspondiente provoca su inclinación convirtiéndolos en peligro y justificando por tanto su tala. Es incompatible el césped con el mantenimiento de los pinos, a no ser que se quiera su eliminación completa en esta ciudad.

Por otro lado afirman que es habitual realizar talas y podas en momentos de época reproductiva de la avifauna constituyendo infracciones contra la Ley de Patrimonio Natural (Ley 33/2015), la Directiva Hábitats (DIRECTIVA 92/43/CEE) y la Directiva Aves (DIRECTIVA 2009/147/CEE).

La supermanzana

Hay que recordar que Aragón emite más CO2 que hace 30 años, fecha de la firma de Kioto. Por todo ello critican el proceso de participación ahora anunciado para la plaza Salamero por el Consejero de Urbanismo Victor Serrano. Abogan por la participación pero consideran que éste proceso debiera haberse iniciado hace meses y ello hubiera permitido valorar las diferentes opciones para la Plaza, incluido el mantenimiento de su arbolado así como la conveniencia o no del propio aparcamiento que constituye una atracción de coches a la zona, cuando hay otros tres en un radio de 100 metros. Su mantenimiento se contradice con las declaraciones del Consejero en las que comunicaba el pasado miércoles que "apuesta por que la Plaza Salamero se convierta en la primera supermanzana de Zaragoza, lo que supondría peatonalizar la plaza y las calles que discurren desde ella hasta el Coso y César Augusto".

Una vez más las organizaciones firmantes reiteran la necesidad de convocar la Comisión Municipal de Biodiversidad, órgano de información y participación desde donde deberían presentarse los proyectos ligados a la Infraestructura Verde de Zaragoza al conjunto de colectivos adheridos al Consejo Sectorial de Medio Ambiente del Ayuntamiento. Igualmente, basándose en la ley de derecho a la información solicitarán al Ayuntamiento conocer el seguimiento de los árboles trasplantados.

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