Brutalidad policial, estudiantes golpeados y detenidos, protestas contra los Recortes Públicos… La situación que se vive en Valencia en los últimos días nos ha sorprendido por el deterioro social y democrático que conlleva.
Lo que se inició como una protesta más de los y las estudiantes del IES Lluis Vives de Valencia contra los recortes públicos de la Generalitat, se ha convertido en una situación crítica y lamentable, donde una vez más las víctimas son aquellas que reclamaban una situación básica y normal.
Lo que está ocurriendo en Valencia no es algo ajeno al resto del Estado Español, los recortes que el Gobierno de Mariano Rajoy está llevando a cabo en los Sistemas Públicos, Sanidad y Educación, están dando lugar a situaciones como la vivida estos días en las calles valencianas. Pero el resto de lugares, especialmente los gobernados por la derecha, da igual que sea el PP que CIU, va camino de situaciones parecidas. En Aragón en los últimos días la Consejera de Educación, Dolores Serrat, no sólo ha hecho público la paralización de la construcción de nuevos Centros Públicos de Primaria y Secundaria, aprobados y presupuestados, sino que ha presentado su original situación, construir barracones para los nuevos alumnos y alumnas. Solución que el anterior Gobierno del PSOE también llegó a utilizar.
En otros sitios como Catalunya, los recortes en la Sanidad Pública están causando graves problemas y molestias a los y las ciudadanas.
Detrás de todo esto se esconde la política neoliberal del PP o de CIU consistente en privatizar los Servicios Públicos, un caramelo para las empresas privadas máxime cuando a través de los llamados Conciertos los distintos gobiernos autónomos o estatal financian y ayudan con dinero público a estas empresas privadas, es decir te montas tu negocio privado con dinero público y además a tus trabajadores los paga el Gobierno, o sea un "chollo".
Valencia merece un aparte, es una de los lugares más empobrecidos y endeudados de toda la Comunidad Europea, cuyos ciudadanos/as tienen una renta per cápita de más de 2000 euros inferior al resto del Estado Español. Políticamente la impunidad y la corrupción llevan años siendo la tónica general, aceptada por la mayoría de valencianos/as. La situación de caos y bancarrota ha llegado a tal extremo que en algunos centros educativos no se paga al personal de limpieza, no hay dinero para fotocopias, sufren cortes de luz o no tienen calefacción, algo que también se ha denunciado en centros de Madrid.
Y desde luego no nos podemos olvidar de la brutalidad policial y de la impunidad con la que actúan los mal llamados “agentes de la ley”. Al parecer las protestas multitudinarias contra el sistema o contra los recortes no son bien aceptadas por algunos gobiernos, como quedó demostrado en Barcelona tras la brutal carga policial para desalojar de la Plaza Catalunya a los miembros del 15M, la violenta actuación policial en Madrid durante las protestas contra la visita del Papa o las actuales en Valencia. Pero más grave que la brutalidad y el uso desmedido de la fuerza es la sensación de desprotección por parte de la ciudadanía, ya que ha pesar de que las pruebas gráficas no dejan dudas de la violencia policial injustificada, los policías denunciados son en todos los casos absueltos, algo que visto las declaraciones del actual Ministro del Interior volverá a ocurrir en Valencia.
KGF | Para AraInfo