Los hechos ocurrieron la noche del 6 al 7 de enero en la calle Ricardo Lozano Monzón de la capital aragonesa. Según Tamara Marzo, una de las personas sancionadas, "estábamos sentados en la acera con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en la calzada, tal y como nos hemos sentado todos miles de veces, charlando tranquilamente, sin beber, sin chillar, sin montar follón".
A la 1.45 horas, un furgón de la unidad UAPO pasó y les conminó a subir los pies a la acera, ya que según su versión, estaban obstaculizando el paso de los vehículos. Las dos personas obedecieron la orden sin mediar palabra y una vez el furgón hubo arrancado y dado que no pasaba ningún vehículo, volvieron a su posición original. Minutos después el mismo furgón volvía a aparecer y varios agentes bajaron del mismo para rodearles y pedirles la documentación. Al devolvérsela les entregaron sendas multas tipificadas como falta grave y con una multa que asciende a los 400 euros entre las dos.
"No salíamos de nuestro asombro y es imposible de entender. Una multa de 400 euros a dos personas que no estábamos haciendo absolutamente nada, que en todo momento respondimos a las órdenes de los agentes y que únicamente volvimos a colocarnos como estábamos una vez que dejamos de ser un supuesto obstáculo, como cualquier persona a la que se le pide paso”, declara Carlos García, otra de las personas sancionadas.
Las dos personas afectadas ya han interpuesto un recurso y bajo el lema ‘Si nos multan por sentarnos... nos levantaremos’, han comenzado una campaña de visibilización del abuso policial que supone su caso y otros parecidos que se han venido dando en los últimos meses. Un blog, colocación de huchas de apoyo en varios bares de la ciudad, un vermut solidario y una intensa campaña en medios de comunicación y redes sociales con el hastag #400porsentarse, son algunas de las acciones que piensan llevar a cabo.