Una apuesta por la salud comunitaria

(...)-Está alegre este camino que somos, caminamos para hacerlo más bueno el camino. Somos el camino para que otros se caminen de un lado a otro. Para todos hay principio y fin en su camino, para el camino no, para nosotros no. Para todos todo, nada para nosotros. Somos el camino pues, tenemos que seguirnos. Y para que no se olvidaran, un círculo se dibujaron en la tierra y andando en círculo todo el mundo se caminaban y caminan los hombres y mujeres verdaderos. No terminan ni acaban en su lucha por hacer mejor el camino, por hacerse mejores. Por …

Foto: Patricia Escartín
Foto: Patricia Escartín
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(...)-Está alegre este camino que somos, caminamos para hacerlo más bueno el camino. Somos el camino para que otros se caminen de un lado a otro. Para todos hay principio y fin en su camino, para el camino no, para nosotros no. Para todos todo, nada para nosotros. Somos el camino pues, tenemos que seguirnos.
Y para que no se olvidaran, un círculo se dibujaron en la tierra y andando en círculo todo el mundo se caminaban y caminan los hombres y mujeres verdaderos. No terminan ni acaban en su lucha por hacer mejor el camino, por hacerse mejores. Por eso después los hombres se creyeron que el mundo es redondo, pero qué va a ser, esta bola que es el mundo no es más que la lucha y el camino de los hombres y mujeres verdaderos, caminando siempre, queriendo siempre que el camino les salga mejor de los pasos que caminan. (Relatos del Viejo Antonio.- S.I. Marcos)

Así vamos, caminando, pasito a paso. Lentas, para llegar lejos. Es cómo lo sentí el pasado viernes en Barcelona, en la I Conferencia en Salud Comunitaria, organizada por SESPAS y SemFYC, en el marco del XIV Encuentro del Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria.

Desde hace ya algún tiempo se cree en esta alianza entre Salud Pública y Atención Primaria ante la situación actual que se vive en la Sanidad Pública del Estado Español. La excesiva medicalización que no revierte en una mejora de la salud de las personas, la necesidad de cambio de la perspectiva hacia un mayor empoderamiento de la población en lo referente a su salud y la oportunidad de sumar conocimiento, trabajo y energía de sociedades, asociaciones, colectivos, instituciones...orientadas hacia la promoción de la salud y la salud comunitaria son algunos de los factores que han llevado a que este encuentro tuviese lugar.

Sabemos que el Centro de Salud no es el único centro de la salud. Por eso apostamos por trabajar mirando a la calle, porque el rol de “paciente” sólo lo vivimos en los centros sanitarios. El 99% del tiempo somos “María”, “Juan”, “albañil”, “madre”, “vecino”, personas en definitiva. Conocemos la importancia de los determinantes sociales en el desarrollo de futuras enfermedades; de cómo nuestro lugar de residencia, nuestra red social, nuestro empleo (o la ausencia del mismo), nuestra alimentación, el aire que respiramos y otros estilos de vida van a determinar nuestro estado de salud (o de enfermedad) y nuestra esperanza de vida. Aprendemos de otras experiencias (1,2) y tratamos de compartirlas. Nos cuestionamos las medidas de prevención y la excesiva medicalización en el modelo sanitario vigente. Pensamos en cómo hacer fáciles las elecciones saludables y cómo potenciar la salutogénesis y el valor de los activos en salud que existen a nuestro alrededor. Creemos que nos tenemos que seguir formando para trabajar una Salud Comunitaria de calidad. Nos preguntamos cómo existiendo toda esta información, siguen avanzando las políticas de recortes y reformas sanitarias; cómo podemos mantener o promover una cobertura universal de la salud, unas políticas públicas saludables, una Atención Primaria de calidad como importante recurso comunitario, para mejorar la equidad.

Así trazamos el camino. Y nuestros caminos se cruzan y aprendemos unos de otras cómo los paseos por la ciudad con tus vecinos mejoran tu salud, o que entre las vecinas de una y otra procedencia, de todas las edades, habéis conseguido compartir todos los espacios comunes de vuestro barrio y habéis salido a la calle a hacer reuniones, a jugar, a cuidar huertos o hacer teatro; de cómo las canciones inolvidables han unido a las más mayores y mantienen su memoria viva; de cómo mejoramos nuestra salud cuando cocinamos juntas o mejoramos la limpieza en el barrio.

Éste es el camino que hemos comenzado a andar. Sabemos de lo duro del terreno que pisamos en la actualidad, de los obstáculos que tenemos que atravesar, de la incomprensión que genera desde muchos ámbitos nuestra forma de caminar. Pero también sabemos de la importancia de los pasos que vamos dando. De lo gratificante de encontrarnos en las calles, en las asociaciones, en las plazas de los barrios en que trabajamos. Sentirnos como la pequeña parte que somos de la comunidad y aportar nuestro granito de arena en el cuidado de las personas. Así caminamos. Lentas, para llegar lejos. Juntos, para no perdernos.

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