Un preso fallecido en Zuera lleva tres meses en la morgue de Zaragoza esperando una autopsia “completa y con garantías”

José A. Serrano Benítez, natural de Bilbo, pasó la totalidad de la condena en régimen cerrado -primer grado-, durante 18 años y tres meses, gran parte de este tiempo en primera fase, lo que suponen 22 horas de celda diarias. La familia reclama una "autopsia en condiciones" antes de poder dar sepultura a su cuerpo. La Fiscalía rechaza el escrito de ALAZ.

Centro Penitenciario de Zuera.

José A. Serrano Benítez fallecía el pasado 14 de octubre de 2016 en el Centro Penitenciario de Zuera, en la actualidad su cuerpo permanece en el Instituto Anatómico Forense de Zaragoza, a la espera de una resolución al recurso presentado por su familia, por lo que entienden es una autopsia deficiente.

La familia denuncia que José ha pasado la totalidad de la condena en régimen cerrado -primer grado-, durante 18 años y tres meses, gran parte de este tiempo en primera fase, lo que suponen 22 horas de celda, pudiendo salir al patio, no siempre, acompañado de otro preso. En el caso de José, además, ha permaneciendo meses sin poder salir, pues al haberle sido aplicados cumplimientos de sanción de hasta 42 días en aislamiento total, no soportaba los ruidos ni las voces del resto de los internos.

La familia denuncia que este trato incumple los estándares mínimos de la legislación internacional respecto al aislamiento en solitario constituyendo malos tratos que violentan la dignidad humana.

Advierten también que el informe forense tiene graves carencias en relación a la Orden JUS/1291/2010, de 13 de mayo, por la que se aprueban las normas para la preparación y remisión de muestras objeto de análisis por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Sin embargo, el Juzgado se niega a realizar nuevas pruebas. La familia denuncia que ni a los padres, ni a la pareja de José, se les ha dejado ver el cuerpo.

El 11 de noviembre el juzgado requirió a la familia pronunciarse sobre la incineración o inhumación del cadáver, en un día, o procederían al enterramiento. "De un día para otro, sin pruebas, sin una autopsia en condiciones… nos pedían que eligiésemos sin tener los datos mínimos exigibles". Se recurrió y en estos momentos está pendiente de resolución.

Tres meses después de su muerte, su cuerpo sigue sin ser enterrado. Al parecer, el cadáver de José está en el instituto anatómico forense de Zaragoza, pero no se facilita información al respecto, lo que supone "un mutismo descorazonador" para la familia.

La familia de Serrano Benítez asegura que este ha pasado la totalidad de su condena en primer grado, un régimen en el que la asistencia sanitaria a las personas presas es prácticamente inexistente. “Es el mismo médico que da el visto para permanecer en aislamiento, les ve escasos minutos, a través de las rejas de su celda y en presencia de funcionario”.

José tenía prescrito un tratamiento psiquiátrico y la ingesta del mismo estaba pautada en tres tomas a lo largo del día. En la cárcel de Zuera se le obligó durante las tres semanas anteriores a su muerte a tomar el tratamiento en dos tomas, comida y cena, delante de los funcionarios.

Su familia asegura que sufría síncopes y tenía la lengua azul. “Como familia tenemos claro que la desatención sanitaria que ha sufrido le ha llevado a la muerte. Pero si la situación es dura de por sí, imagina lo que complica que tres meses después no hayamos podido ni realizar una autopsia en condiciones ni tampoco enterrarlo”.

Rechazo al escrito de ALAZ a la Fiscalía

La Asociación Libre de Abogados y Abogadas de Zaragoza (ALAZ), personada como acusación popular, remitía un escrito al fiscal jefe de Zaragoza, en el que detallaba lo que considera "insuficiencias en los exámenes médicos y la autopsia resultante", un escrito que no fue tomado en consideración por la Fiscalía.

Desde ALAZ advertían que, tratándose de una persona de 40 años sin patologías o dolencias conocidas que pusieran en riesgo grave su salud, "no se ha practicado estudio histopatológico, ni análisis toxicológico completo, no se ha practicado un examen macroscópico detallado ni se han concretado de manera suficiente los hallazgos, grosores de las paredes de los ventrículos, del diámetro de las cavidades y del perímetro de las válvulas cardíacas para que el estudio morfológico del corazón pueda ser evaluado correctamente, por ejemplo".

La autopsia señala como causa del fallecimiento un "edema agudo de pulmón", algo que desde esta asociación consideran que "no puede constituir la causa fundamental o inicial, sino que sólo puede ser considerada como una consecuencia de la misma, dado que el edema agudo de pulmón puede ser debido a diferentes patologías o enfermedades (que sí serían la causa fundamental) cardíacas, pulmonares, tóxicas… que en este caso – debido a una investigación insuficiente – no han sido aclaradas".

Por todo ello, y considerado el evidente protagonismo que las autopsias forenses de cara a resolver casos de fallecimiento bajo custodia policial, solicitaban al fiscal que garantizase que los informes forenses, en estos supuestos, se ajusten a lo dispuesto en la Recomendación número 99, del Consejo Europeo, así como la Orden del Ministerio de Justicia del 13 de mayo de 2010, unas reclamaciones a las que desde la Fiscalía se respondió asegurando que no apreciaba carencia alguna en el informe en cuestión y por lo tanto, no solicitaría ningún informe adicional.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies