Un nuevo estudio sobre fósiles aragoneses evidencia la locomoción cuadrúpeda de grandes dinosaurios ornitópodos

Estas huellas, que incluso exhiben la morfología de los dedos exteriores y centrales en el caso de la mano, reflejan que su productor ornitópodo de gran tamaño (de unos 10 metros de longitud) tenía una locomoción cuadrúpeda

Vértebras de grandes ornitópodos de El Castellar (arriba) y huellas de Mora de Rubielos y de El Castellar (centro y abajo, respectivamente) | Imagen: Fundacón Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis.
Vértebras de grandes ornitópodos de El Castellar (arriba) y huellas de Mora de Rubielos y de El Castellar (centro y abajo, respectivamente) | Imagen: Fundacón Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis.

En una nueva investigación publicada en la prestigiosa revista científica Cretaceous Research¸ paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis han estudiado y clasificado en detalle nuevas huellas y huesos de dinosaurios ornitópodos procedentes de varios yacimientos del sur de Aragón.

En concreto, todos los huesos descritos fueron hallados en los municipios de El Castellar y Miravete de la Sierra, en rocas pertenecientes a la denominada Formación Areniscas y Calizas El Castellar y cuyos sedimentos originales se depositaron hace unos 130-127 millones de años, durante el Hauteriviense-Barremiense (Cretácico Inferior).

De esta formación también proceden varias huellas de gran tamaño (unos 44 centímetros de longitud) halladas por los científicos en Mora de Rubielos. Asimismo, se estudian otras icnitas (como se denomina formalmente a las huellas fosilizadas) más grandes (de 52 centímetros) procedentes de El Castellar, pero de la Formación Areniscas de Camarillas, situada estratigráficamente por encima de la Formación El Castellar y, por tanto, algo más moderna en su edad geológica.

Según Josué García Cobeña, paleontólogo de la Fundación Dinópolis y coautor del estudio, “el hallazgo de estas nuevas icnitas, en su totalidad fosilizadas en forma de rellenos y localizadas en Mora de Rubielos en rocas de la Formación El Castellar, es de gran interés, ya que hasta ahora han sido muy pocas las huellas de dinosaurios descritas en dicha unidad geológica”.

“Del mismo modo, las icnitas que proceden de la Formación Camarillas de El Castellar son también muy destacables. En especial dos icnitas inusuales de pie y mano asociadas con un grado de detalle anatómico singular”, explica.

Estas huellas, también fosilizadas como rellenos y que incluso exhiben la morfología de los dedos exteriores y centrales en el caso de la mano, reflejan que su productor ornitópodo de gran tamaño (de unos 10 metros de longitud) tenía una locomoción cuadrúpeda. Además, gracias a dicha preservación, los científicos han inferido el movimiento de la dinámica de la pisada del dinosaurio sobre un sustrato originalmente blando.

Según Alberto Cobos, director gerente de la Fundación Dinópolis y coautor del trabajo, “el estudio de estas icnitas, asignadas al icnogénero Caririchnium, determina que fueron producidas por grandes ornitópodos estiracosternos. Los fósiles evidencian una semejanza morfológica entre las icnitas de gran tamaño (tridáctilas, más anchas que largas, dedos robustos sin marcas de uñas y talones redondeados, entre otras características) con los pies de algunos ornitópodos como, por ejemplo, Iguanodon. De hecho, de esa misma edad geológica procede Iguanodon galvensis, lo que permite inferir a los especímenes de gran tamaño de esta especie, definida en el año 2015 por paleontólogos de la Fundación Dinópolis, como potenciales productores”.

Por último, el artículo desarrolla una detallada descripción de huesos fósiles hallados en materiales de la Formación El Castellar, entre los que se encuentran nuevos restos procedentes de El Castellar y otros, ya conocidos, de Miravete de la Sierra. La investigación concluye que los grandes ornitópodos, algunos de ellos relacionados con Iguanodon galvensis, compartieron el hábitat con otros grupos de ornitópodos más basales, dinosaurios terópodos espinosáuridos, grandes saurópodos y escasos anquilosaurios, entre otros.

El artículo, publicado en la revista internacional Cretaceous Research, se titula ‘Ornithopod tracks and bones: Paleoecology and an unusual evidence of quadrupedal locomotion in the Lower Cretaceous of eastern Iberia (Teruel, Spain)’ y ha sido realizado por Josué García Cobeña, Alberto Cobos y Francisco Javier Verdú de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis.

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