Un encierro con educación

Tras tres días de encierro en el edificio Interfacultades de la Universidad de Zaragoza, los estudiantes han realizado esta mañana el entierro de la enseñanza pública con un cortejo que ha llevado en silencio un ataud hasta el Paraninfo. El miércoles pasado, un centenar de estudiantes iniciaron un encierro para protestar por los recortes en educación, la subida de tasas y en contra de las detenciones que se están sucediendo en diversas partes del país. Los encerrados pretenden que estos actos sirvan para iniciar una etapa de reflexión en la Universidad que sirva para debatir sus problemas, especialmente en todo …

Tras tres días de encierro en el edificio Interfacultades de la Universidad de Zaragoza, los estudiantes han realizado esta mañana el entierro de la enseñanza pública con un cortejo que ha llevado en silencio un ataud hasta el Paraninfo.

El miércoles pasado, un centenar de estudiantes iniciaron un encierro para protestar por los recortes en educación, la subida de tasas y en contra de las detenciones que se están sucediendo en diversas partes del país.

Los encerrados pretenden que estos actos sirvan para iniciar una etapa de reflexión en la Universidad que sirva para debatir sus problemas, especialmente en todo lo referente al plan Bolonia, cuyo objetivo no es otro que adaptar la educación universitaria a las necesidades del capital, según afirman.

La marcha se ha desarrollado en el más absoluto silencio y respetando los semáforos para no interrumpir el tráfico.

En realidad, han sido las cinco furgonas de la Policía las que más molestias han causado en el recorrido, tanto al tráfico cuando circulaban por la calzada, como a los viandantes cuando se subían a las aceras.

Los estudiantes se han detenido un instante ante la sede del Partido Popular, rodeada de agentes por si el ataud era un misil camuflado y preparado para derribar el edificio.

El ataud-misil y el cheque de 10.000 millones de euros, destinado al ministro Wert por "destruir la Sanidad y Educación públicas", fueron depositados respetuosamente a los pies de una de las estatuas que presiden la entrada del Paraninfo.

Tras un minuto de silencio y varios '¡La educación no se vende, se defiende!', los estudiantes terminaron el entierro con la misma educación con que lo habían iniciado. La Policía, como tantas veces en los últimos tiempos, volvió a hacer el ridículo.

El Ventano

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