Txalaparta edita una colección de textos de James Connolly sobre socialismo y liberación nacional

La editorial de Euskal Herria, Txalaparta, ha editado recientemente, dentro de la colección Gebara, una recopilación de textos sobre socialismo y liberación nacional escritos, entre 1896 y 1916, por James Connolly, uno de los más influyentes pensadores socialistas de comienzos del siglo pasado, bajo el título 'La causa obrera es la causa de Irlanda. La causa de Irlanda es la causa obrera'. La militancia política y los textos de Connolly "funden, por primera vez, los ideales del marxismo y del republicanismo irlandés. Son, la causa obrera y la causa nacional, dos caras de una misma bandera que Connolly enarbolará para …

Mural en las calles de Belfast dedicado a la memoria de James Connolly. Foto: AraInfo
Mural en las calles de Belfast dedicado a la memoria de James Connolly. Foto: AraInfo
Mural en las calles de Belfast dedicado a la memoria de James Connolly. Foto: AraInfo

La editorial de Euskal Herria, Txalaparta, ha editado recientemente, dentro de la colección Gebara, una recopilación de textos sobre socialismo y liberación nacional escritos, entre 1896 y 1916, por James Connolly, uno de los más influyentes pensadores socialistas de comienzos del siglo pasado, bajo el título 'La causa obrera es la causa de Irlanda. La causa de Irlanda es la causa obrera'.

La militancia política y los textos de Connolly "funden, por primera vez, los ideales del marxismo y del republicanismo irlandés. Son, la causa obrera y la causa nacional, dos caras de una misma bandera que Connolly enarbolará para oponerse al colonialismo británico y a la explotación burguesa. Por todo ello, su legado fue referencia ineludible para las luchas anticolonialistas que estaban por llegar", señala la editorial.

Admirado por muchos dirigentes de izquierda de su época, entre ellos Lenin, la muerte de Connolly "fue el preludio del heroico sacrificio que vendría a realizar la causa socialista en el siglo XX", explica Txalaparta. Esta antología "viene a cubrir un significativo vacío en la historiografía de izquierdas actual y a saldar una deuda histórica con un socialista universal", concluye.

El libro cuenta con los prólogos de Eugenio Etxebeste 'Antton', Lorcan Collins, David Fernàndez y Josep Garganté.

"La causa obrera es la causa de Irlanda. La causa de Irlanda es la causa obrera"

James Connolly fue un líder obrero irlandés. Nacido en Edimburgo en 1868 en el seno de una familia de emigrantes irlandeses, se convirtió en secretario general de la Federación Socialista Escocesa con 27 años y a los 28 fundó el Partido Republicano Socialista Irlandés. Trabajó codo con codo con James Larkin en el Sindicato de Trabajadores Transportistas y en 1913 fundó el Ejército Ciudadano Irlandés (ICA, en sus siglas inglesas), un grupo de armado para defender a las y los trabajadores durante las huelgas.

Fue uno de los pocos líderes obreros que se opuso a la Primera Guerra Mundial, durante la cual preparó una acción decisiva contra las fuerzas británicas en Irlanda. Finalmente, unió sus esfuerzos a los de los miembros de la Hermandad Republicana Irlandesa, que culminaron en el Alzamiento de Pascua (en irlandés Éirí Amach na Cásca) de 1916, preludio de la independencia irlandesa. En el mismo, Connolly fue comandante de la brigada de Dublín y resultó gravemente herido en los combates. El 12 de mayo de 1916 sacaron a James Connolly de su celda en la prisión de Kilmainham en Dublín y le llevaron al patio. Como estaba demasiado herido para apoyarse, le ataron a una silla, y entonces le fusilaron por su papel en el Alzamiento de Pascua.

El Alzamiento de Pascua

Tal y como explica Sam Robson en un artículo publicado en Diario En Lucha, cuando Connolly salió el 24 de abril con su milicia, el Ejército Ciudadano Irlandés, hacia el centro de Dublín intentaba liberar Irlanda del dominio británico y levantar a la clase trabajadora europea contra sus gobiernos y la carnicería de la Primera Guerra Mundial. El plan, pactado con los republicanos radicales, los Voluntarios Irlandeses (IV, en sus siglas inglesas), era tomar el centro de Dublín al mismo tiempo que se iniciaban insurrecciones en otras ciudades.

Unos días antes, el barco alemán que les traía 20.000 rifles fue interceptado por la Armada Británica. Además, varios líderes moderados de los IV, a quienes el Consejo Militar había intentado ocultar el plan, se enteraron de éste y emitieron una contraorden. Aun así dejaron que siguiera adelante, en parte porque el gobierno ya tenía información suficiente para ejecutar a toda la gente implicada y no había marcha atrás.

Participaron alrededor de 1.300 personas, 152 de la ICA y unas 200 al Cumann na mBan, milicia de mujeres que tuvo un papel directo en el combate, algo destacable para la época. Frente a los bombardeos británicos, la insurgencia aguantó una semana. El centro de Dublín fue reducido a escombros, 318 civiles murieron y después las autoridades se vengaron deteniendo a 3.500 personas. Las esperanzas de salvarle la vida a Connolly fueron apagadas, irónicamente, por el papel de los burgueses irlandeses, que clamaron sangre.

Además de James Connolly fueron ejecutados Patrick Pearse, Thomas Clarke, Thomas MacDonagh, Joseph Plunkett, Edward Daly, William Pearse, Michael O'Hanrahan, John MacBride, Éamonn Ceannt, Michael Mallin, Cornelius Colbert, Sean Heuston, Sean MacDermott, Thomas Kent y Roger Casement.

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