La nueva reforma laboral, en concordancia con las medidas adoptadas en los últimos años por los gobiernos a instancias de los mercados y los grandes magnates del poder, nos conduce inevitablemente al nuevo esclavismo del siglo XXI. Las nuevas medidas son indecentes, un atraco a la clase trabajadora y al ciudadano de a pie, una burla a los parados, y en si un ataque sin precedentes a las clases más desfavorecidas. La nueva reforma otorga todo el poder a la patronal, da libertad absoluta para despedir, trata a los parados como delincuentes, se cargan la negociación colectiva, a la vez que instauran contratos precarios y contratos basura, así como un sinfín de medidas que ponen de evidencia la actual guerra comenzada por los mercados, los gobiernos y las instituciones contra los derechos y garantías de los trabajadores.
Ante este robo y expoliación sin precedentes de los derechos laborales y colectivos solo nos queda un camino tragar o luchar. Entiendo que ante el negro panorama que vemos al despertar, debemos pensar en un futuro de esperanza que pasa sin duda alguna por la movilización y la lucha social para derogar esta reforma. Entiendo también, que es hora de luchar y de ser un clamor social, no solo contra la reforma laboral sino contra todas estas medidas del sistema capitalista que nos abocan a la más absoluta precariedad como personas y como trabajadores. Entiendo para finalizar que debemos ocupar las calles y ser un clamor social reivindicando permanentemente un cambio de estructuras del sistema encaminando nuestro futuro hacia los pilares del apoyo mutuo y la solidaridad, de los valores colectivos y sociales, de una sociedad libre donde las personas sean lo importante y no el dinero y las empresas. Ante esta pérdida de derechos que nos convierten en mera mercancía esclavista, si no es ahora cuando debemos luchar ¿Cuándo será?, si no eres tú, ¿Quién luchará?. El único camino es la unidad y la lucha colectiva en la calle hasta que deroguemos estas medidas y consigamos un cambio social donde prevalezca un reparto justo y equitativo del trabajo y de la riqueza.
José Luis Muro Cornago