Trabajada victoria del Fénix en Sitges

Una victoria que aupa a los maños al sexto puesto de la tabla, tras la tercera jornada en la División de Honor B, y que trae como noticia amarga la grave lesión del talonador Liviu Nitoaie que se verá apartado de los terrenos por varios meses

Imagen de un partido entre Sitges R.C. y Fénix C.R.: Foto: Jaume Andreu

El Fénix C.R Zaragoza, llegaba a Sitges bajo una ligera llovizna que iría remitiendo poco a poco. Eran los últimos coletazos de las tormentas caídas en los últimos días en la costa mediterránea. El campo, en mal estado, estaba muy embarrado y previo a la disputa del partido de División de Honor B, se disputaba otro de la máxima categoría de la regional catalana entre el Sitges B y el CEU. Así, el terreno de juego, al inicio del partido, presentaba un aspecto nada favorable para los intereses maños.

Comenzó el Fénix bien asentado en el campo. Jugando con tranquilidad y efectividad. En el saque de inicio, un golpe de castigo del Sitges es convertido por Cris Rey. En el minuto 4, una touche, seguida por un maul, acaba en ensayo de Ceresuela. El 0 – 8 hacía presagiar un partido tranquilo para el Fénix, aunque a pesar de los avisos técnicos, los jugadores de Juan “Gato” Azcona y Fredy Benedí, creyeron demasiado en sus posibilidades o poco en las del rival.

En el minuto 20 un error en la zaga zaragozana lo aprovecha el Sitges para poner el 7-8 y la incertidumbre en el equipo. A partir de aquí, el Sitges comenzó a endurecer el juego cerrado, a defender con uñas y dientes y a cometer golpes de castigo especialmente en melèe. El árbitro penalizó, pero no en la proporción de los que se producían. Liviu, el joven y bravo talonador del Fénix abandonaba el campo con la cara destrozada. Una grave lesión, con fractura maxilofacial, que le llevará a pasar por el quirófano y varios meses de recuperación.

El Fénix se echó hacia delante y, dio la sensación de que cuando apretaba el acelerador, se podría ir en el marcador. Pierre Huc, tras una buena presión de Juanjo, anotó el segundo ensayo. Poco después el bueno de Malcom, zagero del Sitges, anotaba el 10-15 tras convertir un golpe.

El segundo tiempo se desarrolló en campo del Sitges, con muchos parones de juego, muchas melèes y nada de continuidad. Algo que no quiere la FER para sus competiciones. Algo que no es deseable para la evolución del rugby estatal. El Sitges recibió dos amarillas y el Fénix una. La proporción, visto el dominio territorial y de posesión de unos y otros no parece justa, pero así es el juego. El Fénix no supo y el Sitges batalló para que el partido no se le fuera en el marcador. Un golpe de castigo en el minuto 8 puso el definitivo 10-18 en el marcador. Tras el partido, caras largas para el Fénix que se fue con la sensación de haber perdido un punto. Con el paso de los minutos la sensación fue cambiando y se dio por bueno el resultado. Sitges es un equipo complicado y, en su terreno, ganar tiene un precio alto de esfuerzo, trabajo y sacrificio.

 

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