Rubén y Josselyn son dos auxiliares de tienda que se fueron de la empresa en abril de este año, justo antes de que pagaran el último atraso del Salario Mínimo. Les dieron un finiquito de 200 y 150 euros respectivamente.
Al estar en el sindicato CGT, calcularon la cuantía que les correspondía con sus nóminas del pasado año. Mediante las abogadas de la CGT, realizaron estos cálculos de acuerdo con las tablas salariales que Telepizza maneja. “Para su sorpresa se han encontrado con que la empresa les ha estado estafando los atrasos del SMI y el plus de transporte”, afirman en un comunicado desde CGT. Las cuentas muestran que los atrasos sumaban 600 euros a Rubén y más de 1.000 euros a Josselyn.
Josselyn envió un mensaje al correo de Recursos Humanos para saber cuánto dinero le debían. “En una afortunadísima equivocación por parte de RRHH, y pensando que estaban respondiendo a alguna de las supervisoras de Zaragoza, le reconocieron a Josselyn que la empresa le debía la friolera de más de 800 euros”, dicen desde el sindicato.
Telepizza ante la Unidad de Mediación (UMAC) se negó a reconocerlo y a pagar los salarios pendientes de estas dos personas. “Esto es una prueba más de que es muy probable que esto le esté pasando a decenas de trabajadoras sin que lo sepan, pero también del tipo de engaños que es capaz de realizar Telepizza-QSR contra la plantilla”, señala CGT sobre el caso.
El sindicato denuncia que la empresa se empeña en retrasar el pago del Salario Mínimo Interprofesional.