Comenzamos jornada y pronosticaban lluvia. Salimos de Calatayud forradas entre chubasqueros y plásticos para pedalear parte del Camino Natural Santander–Mediterráneo. “¡Vaya! Hemos cambiado la niebla de Moncayo por la lluvia”, nos reíamos.

Comenzamos jornada y pronosticaban lluvia. Salimos de Calatayud forradas entre chubasqueros y plásticos para pedalear parte del Camino Natural Santander–Mediterráneo. “¡Vaya! Hemos cambiado la niebla de Moncayo por la lluvia”, nos reíamos.