Poco ha tardado el Ayuntamiento de Uesca, a través de su Policía municipal, en presionar y “amedrentar” a las activistas del nuevo CSO La Cuquera, que ha denunciado públicamente “golpes y patadas en la puerta, intento de forzar la cerradura, y todo por supuesto sin traer ninguna orden judicial”, aunque “cuando han sabido que conocíamos nuestros derechos y que no teníamos ninguna intención de salir ni de dejarles pasar, se han marchado”.

