De la Reforma Energética aprobada por el gobierno español del PP subyace un concepto terrorífico. No es ya que hayamos vivido 'por encima de nuestras posibilidades', sino que nuestro 'delito' es que vivimos. Vivir, en el argumentario político neoliberal, implica una acción recaudatoria ejecutada por los poderosos contra las clases populares. No importa que nuestra actividad no realice intercambios económicos, que regalemos el producto de nuestro esfuerzo, creatividad o innovación, debemos pagar 'peaje' a una estructura estatal que viola constantemente los derechos humanos (desmontando el incipiente sistema de bienestar social) para satisfacer la enfermiza necesidad de acumulación de riqueza de …