Con el puente de la constitución empieza la temporada de esquí o eso es lo que se pretendía. Y en algunas estaciones han empezado a innivar artificialmente las pistas en un intento desesperado por atraer esquiadores y demostrar que la política de meter dinero en la nieve funciona. Pero para su disgusto hay que seguir mirando al cielo y esperar que caiga el deseado maná.
