La sobrina responsable del cuidado de Don Quijote, aquella muchacha que “no llegaba a los veinte” con un IPhone y una pompa de chicle o un grito de “mil veces no” tatuado en una pared al paso del río Vero son algunos de los rastros que ha dejado el Festival de Fotografía Emergente en las calles de Balbastro (BFoto) tras este fin de semana
