En la Cueva del Castillo, Monegrillo -Os Monegros-, se encuentra uno de los refugios antiaéreos mejor conservados de la ruta del Frente de los Monegros. Durante dieciocho meses la población tuvo que acudir a refugiarse en más de cuarenta ocasiones de la aviación fascista, que procedente del cercano aeródromo de Zaragoza, realizó numerosos ataques con aviones franceses, alemanes e italianos que sirvieron de criminal ‘banco de pruebas’ para la Segunda Guerra Mundial.
