Cuenta William Ospina en su libro “Pa que se acabe la vaina” que la nuestra fue siempre una democracia de fachada y que mucho antes de la revolución cubana y antes de la existencia de guerrillas ya se perseguía la lucha popular. Recuerda el caso de María Cano, antioqueña de quien se dice que fue la primera mujer líder política en el país, quien en 1928, después de la huelga de las bananeras que fue reprimida violentamente con una matanza de obreros, acabó en prisión por denunciar esta masacre.
