El pasado lunes fue el inicio del nuevo curso escolar 2023-2024, "el cual comenzó con un retraso generalizado en la incorporación del personal sanitario con nombramiento de interinidad en los Centros de Educación Especial", según denuncia el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza de Aragón (STEA-i). También ponen de manifiesto, que las quejas son "generalizadas" en estos centros "ante la ausencia de enfermeras educativas, fisioterapeutas y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería".
Además de esto, STEA-i critica que en el ámbito de la educación especial la rebaja de 37 horas semanales a 35, "ha obligado a buscar soluciones centro a centro, negociando entre equipos directivos y personal de servicios para poder cubrir todo el horario de apertura".
Desde STEA-i destacan que "el acuerdo más habitual ha sido hacer más de 35 horas diarias y compensar esa acumulación con días de descanso tras el periodo lectivo". Es por ello, que desde el sindicato denuncian la falta de previsión, y demandan que "la negociación se traslade a las mesas sectoriales, para descargar a los centros de dicha responsabilidad".
"La situación en los centros ordinarios con necesidad de auxiliares de educación especial vuelve a ser muy precaria", añade el sindicato. "La administración educativa ofrece en líneas generales el mismo número de auxiliares que el curso pasado aumentando su horario en 2,5 horas a la semana, pasando de 25 a 27,5. Con 25 horas solamente se cubría el horario lectivo y con el aumento se puede disponer de este personal para otras necesidades (apoyo en el comedor, etc.). Sin embargo, en algunos centros ha aumentado el número de alumnado con necesidades especiales que requieren una mayor presencia de auxiliares, desoyendo la administración el aumento pactado entre equipos directivos e inspección educativa ante el cambio de necesidades", explica STEA-i.
"En los colegios existe especial preocupación ante la ausencia de Técnicos en Educación Infantil durante el periodo de adaptación, donde su presencia es fundamental para que comience el alumnado a tener referentes que ganen su confianza en el momento de separarse de las familias con la incorporación a las aulas de infantil", advierte también el sindicato.
Según STEA-i, una queja, muy constante de los equipos directivos, es que la Consejería "solamente tome en consideración el número de alumnado para dotar de más o menos plantilla de auxiliares, cuando se dan otros factores que también deben de tenerse en cuenta". STEA pone como ejemplo los centros más viejos donde los aseos no tienen acceso directo desde el aula, "lo que dificulta el control del alumnado, de dos o tres años, que necesita acceder al aseo o del que se queda en el aula".
También destacan la improvisación, así como la falta de coordinación en el traspaso de poderes entre el gobierno saliente y el entrante, que "se evidencia en las situaciones de caos vividos en el CPI Ana María Navales, donde el profesorado a un día del inicio de curso no ha podido acceder al centro, y del CEIP María Zambrano, donde no se han implementado soluciones adecuadas y seguras que aborden los problemas surgidos de la anterior riada".
Finalmente, STEA-i denuncia "recortes encubiertos" en la aplicación de la reducción de una hora lectiva en muchos colegios, "donde, o no se ha aumentado la plantilla o el aumento ha sido insuficiente, lo que fuerza a los centros a eliminar ciertos programas que se venían dando". La central sindical es tajante al afirmar "que no se pueden hacer mejoras a coste cero".