Stop Desahucios Zaragoza publica su “Balance de dos años de negociación” con CAI - IBERCAJA

La ocupación pacífica, el 7 de marzo de 2013, de las oficinas centrales de la CAI en el paseo de la Independencia de Zaragoza, fue el detonante que hizo posible la apertura del proceso de negociación entre las personas afectadas por la crisis hipotecaria y esta entidad financiera aragonesa.

stop desahucios grafica balanceLa ocupación pacífica, el 7 de marzo de 2013, de las oficinas centrales de la CAI en el paseo de la Independencia de Zaragoza, fue el detonante que hizo posible la apertura del proceso de negociación entre las personas afectadas por la crisis hipotecaria y esta entidad financiera aragonesa. La principal conclusión del ‘Balance de dos años de negociación’ presentado por Stop Desahucios Zaragoza es que “sin movilización y auto-organización no hay soluciones para los afectados por la hipoteca ante la inacción de las administraciones públicas”.

Efectivamente ese día de primeros de marzo de hace dos años será recordado como “una fecha importante para cientos de personas afectadas en nuestra ciudad que contrataron su hipoteca con la CAI, en ese momento eran más de treinta familias, así como a sus avalistas. Un número importante que a día de hoy es de ochenta y seis familias en total, más de trescientas personas afectadas directamente a las que hay que sumar de nuevo a los avalistas”, explican desde Stop Desahucios.

Después de algo más de un año “de recorridos bancarios exigiendo que la CAI se sentara a negociar con los afectados, desde la plataforma tomamos la decisión de entrar en la oficina central y no marcharnos de ahí hasta obtener una respuesta”, explican las activistas contra los desahucios. “Nuestra reivindicación firme era la suspensión de los procedimientos judiciales y que la entidad se sentara a negociar. La entidad respondió negativamente a nuestra reivindicación de suspensión de los procedimientos judiciales y decidimos quedarnos dentro en asamblea apoyados por compañeros que se encontraban en el exterior. La respuesta fue la intervención policial que nos desalojó de uno en uno identificando a las 52 personas que estábamos en el interior, incluidos dos miembros de la prensa, quedando denunciados todos por ocupación ilegal y coacciones”.

“No consiguieron pararnos con la denuncia y continuamos la movilización. El 18 de marzo cientos de ciudadanos se concentraron de nuevo frente a la oficina central. El 21 de marzo nos reunimos con la entidad que continuaba sin atender a nuestra reivindicación. El 25 de marzo el juez archivo las diligencias por considerar que ‘la presencia en la sede de la Caja de Ahorros de la Inmaculada de los miembros del colectivo Stop Desahucios producida a las 17 horas del día 7 de los corrientes no obedecía en modo alguno a la intención de ocupar la propiedad ajena, sino a la legitima y lícita finalidad de denunciar públicamente las dramáticas situaciones producidas como consecuencia de los numerosísimos desahucios producidos por la aplicación de la legislación hipotecaria vigente…’. Al mismo tiempo que la entidad retiraba la denuncia”, continua relatando Stop Desahucios Zaragoza.

Así, tras la retirada de la denuncia penal y archivo por el juez y tras una fuerte presión social, la ahora CAJA3 (CAI) aceptó negociar solicitando ‘una tregua’ por parte de las movilizaciones de Stop Desahucios y comprometiéndose, al mismo tiempo, a suspender los procedimientos de las familias implicadas en la negociación colectiva, “condición sin la cual no nos sentaríamos a negociar”, indican desde Stop Desahucios, y añaden, “el lunes 15 de abril de 2013 era la fecha de la primera reunión de negociación a la que no acudimos al incumplir la entidad el compromiso adquirido de suspender los procedimientos y de nuevo llamamos a concentrarnos ante la CAI el día 18 de abril. Finalmente la entidad cumplió con el compromiso y el 25 de abril comenzamos con la negociación colectiva”.

“Terminada la primera parte y con la CAI en pleno proceso de integración en Ibercaja comenzamos el 14 de abril de 2014 la segunda, y abrimos también la negociación con Ibercaja de forma paralela hasta la integración total. Durante el 2014 la negociación no estuvo exenta de problemas, justo un año después y con los preacuerdos a punto de firmar la CAI señalo subastas a compañeros que se encontraban en la lista y volvimos a concentrarnos deteniéndolos. En la actualidad y desaparecida la CAI continuamos desde finales de 2014 en negociación con Ibercaja”. Tal y como explican desde Stop Desahucios, este proceso “ha sido, y es, un trabajo arduo que realizamos entre todos y todas, estudiando los casos y tomando decisiones y estrategias comunes a situaciones distintas pero con el común denominador de ser deudores por motivo de la crisis, la pérdida del empleo y la situación de precariedad que esto conlleva. Una asamblea que va creciendo cada día y que deja un total de 86 familias que han encontrado en la fuerza que da la lucha y la unión en la plataforma, la forma de resolver su situación”.

Los resultados hablan por sí solos: 26 daciones en pago totales y parciales, alquileres sociales. 4 daciones más en proceso y 12 novaciones a afectados que permanecen en sus viviendas. “En los casos que llevamos negociados de la tercera ronda prevemos 10 nuevas daciones, cuatro de ellas totales, y 9 nuevas novaciones o acuerdos con mantenimiento de la vivienda. Y continuamos negociando a un ritmo de seis o siete casos semanales”, detallan las activistas en defensa del derecho a la vivienda.

“En este tiempo y bajo el paraguas de la negociación hemos facilitado la interlocución de Ibercaja con otras PAHs, como la de Sabadell, el Valles Occidental, Madrid, Exeya, o Alcanyiz. Se ha colaborado con la Asamblea de Alquiler-Vivienda en tres casos relacionados con la entidad con el resultado de la suspensión de los procedimientos y alquiler social para las familias”, explican con ilusión contenida, porque todo este recorrido “no ha sido sencillo, como hemos relatado la negociación colectiva ha atravesado, y puede hacerlo de nuevo, momentos complicados. Somos conscientes de que los acuerdos logrados son fruto de la movilización y el apoyo social, no del ‘buenísmo’ de CAI- Caja3 ahora ya integrada en el Grupo Ibercaja. No olvidamos que tuvimos que tomar una decisión desesperada como ocupar pacíficamente sus oficinas centrales para que negociaran con las familias a las que hasta entonces ninguneaban”.

Desde Stop Desahucios Zaragoza tampoco olvidan que “el sector financiero ha sido el responsable principal de la emergencia habitacional que asola el conjunto del estado. Primero ejecutando hipotecas de cientos de miles de viviendas habituales desde el estallido de la crisis, y después reteniendo un enorme parque de viviendas que permanecen vacías mientras cada vez más familias son incapaces de mantener su vivienda. La CAI participó del ‘boom’ especulativo de la construcción y arrastró a la entidad a un rescate indirecto mediante avales y otras ayudas públicas que han supuesto cientos de millones de euros. De hecho es la entidad financiera que más afectados agrupa en la plataforma. Además, como el resto de entidades, vuelca sus ‘activos tóxicos’ en la SAREB, conocida como Banco Malo. Una estrategia que ha ‘saneado’ el sistema bancario con ingentes cantidades de dinero público (generando una deuda pública que hipoteca al estado y obliga a recortes sociales y falta de inversiones) para concentrarlo en 5 o 6 grandes grupos. Mientras los afectados por la hipoteca, después de años de crisis, continúan obligados a organizarse para luchar ante la falta de una legislación que los proteja”, denuncian.

Por todo ello, desde Stop Desahucios entienden que “es hora de nuevo de reiterar nuestro compromiso con los principios establecidos por la ILP de la PAH: moratoria de desahucios, dación en pago retroactiva y alquiler social. Al mismo tiempo reclamamos, junto a las plataformas del conjunto de Aragón, una normativa aragonesa que ponga fin de una vez a los desalojos forzosos y dote a la sociedad aragonesa de un parque público de alquiler social a la altura de la emergencia que vivimos”, y concluyen afirmando que “En definitiva, hemos demostrado que la lucha sirve, que juntos somos mucho más fuertes haciendo cierto una vez más aquello de ¡Sí se puede!. Hay soluciones colectivas para los problemas colectivos”.

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