Stop Desahucios consigue alquiler social para una familia de Carinyena

Esta mañana, la plataforma Stop Desahucios de Zaragoza ha conseguido paralizar un procedimiento de subasta que estaba previsto para mañana, día 10, llegando a un acuerdo ambas partes, la entidad Bantierra y las dos personas afectadas -Eloísa y Manuel-, por el cual se producirá la subasta pero podrán permanecer en la casa con un alquiler social. Un alquiler social que se prolongará por 3 años si finalmente decidieran continuar en este hogar. A las 11.00 de la mañana, llegaban las primeras personas a la oficina de Bantierra en la plaza España en señal de apoyo, hasta juntarse algo más de …

Alegría tras la noticia. Foto: Pablo Ibañez (AraInfo) [Galería]

[caption id="attachment_65096" align="alignright" width="300"]Alegría tras la noticia. Foto: Pablo Ibañez (AraInfo) [Galería] Alegría tras la noticia. Foto: Pablo Ibañez (AraInfo) [Galería][/caption]Esta mañana, la plataforma Stop Desahucios de Zaragoza ha conseguido paralizar un procedimiento de subasta que estaba previsto para mañana, día 10, llegando a un acuerdo ambas partes, la entidad Bantierra y las dos personas afectadas -Eloísa y Manuel-, por el cual se producirá la subasta pero podrán permanecer en la casa con un alquiler social.

Un alquiler social que se prolongará por 3 años si finalmente decidieran continuar en este hogar.

A las 11.00 de la mañana, llegaban las primeras personas a la oficina de Bantierra en la plaza España en señal de apoyo, hasta juntarse algo más de una docena de personas. Eloísa y Manuel comentaban a sus compañeros que han intentado negociar pero en el banco nunca les han hecho caso y que tenían "mucha ansiedad" ya que "es mucha presión a la que estamos sometidos”.

Eloísa y Manuel tienen su casa, la que hoy estaba en juego, en la localidad de Carinyena.

Sobre las 11.30 han entrado a negociar acompañados de otras compañeras. Tras una hora de negociación dura y reticente han conseguido el alquiler social. Una de las personas que ha ido a negociar declaraba que “la amenaza de una acción en la entidad así como el apoyo de más de una decena de compañeros y compañeras que estaban esperando la señal para intervenir ha sido suficiente para empezar a hacer entender a la entidad que no negociamos por intereses sino por necesidades”.

Una hora más tarde, sobre las 12.35, han salido emocionados y con las buenas noticias de la negociación, acto seguido se han abrazado y han gritado “¡Si se puede!”.

Hay patrones que se repiten en los casos que se tratan en la plataforma y que lleva a las familias hasta estas situaciones límite. Uno de ellos es la pérdida del empleo. "Han intentado en repetidas ocasiones negociar una reestructuración de la deuda, puesto que las cuotas mensuales de 800 euros se volvieron impagables tras perder su puesto de trabajo”, declara en este sentido la plataforma. Otro es el trato que reciben en las sucursales las personas afectadas. "No les han hecho caso en la sucursal, cuando hay presión social y gente en la calle apoyando les han escuchado" y además, aclaran que es una constante “la frialdad de los bancos” a la hora de negociar.

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