Charramos con las fundadoras de Ironic Urban Wear sobre los orígenes, los desafíos de resistir a la industria, el papel de la cultura en la ciudad y sus planes de futuro. Esta es una conversación con quienes han hecho de coser, pensar y cuidar, una forma de lucha.
¿Cómo nació Ironic Urban Wear y qué motivaciones personales o colectivas hubo detrás?
Ironic nace de la mano de María en 2015 mientras cursaba los estudios de diseño, patronaje, corte y confección en la escuela Censi. Pero fue unos años antes cuando “le picó el gusanillo” por el diseño y la moda en un curso de costura en el CSO Kike Mur. María empezó hacer ropa para ella y para sus amigas, y más tarde inspirada por marcas de personas cercanas decidió comenzar su proyecto. Tenía claro desde el principio que quería crear un espacio seguro y donde todas las cuerpas tuvieran cabida, a día de hoy éste es uno de los pilares en los que sustenta Ironic. María también buscaba crear un proceso de producción que fuera sostenible, consciente y lento como alternativa al que ejecutan grandes empresas y multinacionales.
¿Qué significa para vosotras cumplir 10 años con esta marca? ¿Qué sentís al mirar atrás?
Significa todo. Para nosotres Irónico no es solo ropa, es un proyecto de vida basado en un modelo que no casa con el modelo social que nos rige, y seguir aquí diez años después es haber demostrado que existen alternativas y además que lo que hemos hecho bien. Al mirar atrás todavía sentimos esos golpes en el estómago al recordar cuando el futuro era más incierto y más difícil, lo que nos hace también mantener los pies en la tierra. Hemos dado mucho de nosotres mismes para sacar Ironic adelante, pero porque creíamos de verdad en lo que hacemos, también sentimos mucho orgullo.
Vuestra marca se define como “slow fashion” y alternativa. ¿Cómo traducís estos conceptos en vuestras decisiones diarias?
Pequeñas producciones, colecciones bajo pedido, prendas fabricadas con tejidos de segunda vida y pequeños hábitos que marcan la diferencia más allá de grandes gestos y acciones. Ser “alternativa” es responsabilizarte de cada parte del proceso de producción y procurar que nadie sea explotade por el camino. Por supuesto, tampoco usamos ningún tejido de origen animal en ninguna de nuestras creaciones. Y lo más importante, si la moda no es para todes, no es moda. Entendemos que todos los cuerpos deben poder vestir una prenda y trabajamos todos nuestros diseños a medida para quien nos lo pida, sin importar su talla.
¿Cómo es el proceso de diseño de una prenda en Ironic? ¿De dónde surge la inspiración?
Ahora en la fase de diseño intervenimos tanto María como Huga, y somos taaaan distintas, que eso nos da un margen brutal y divertidísimo para trabajar. La inspiración viene también de la diversidad, de lo que vemos en la calle y de lo que escuchamos a la gente que desea de la moda. También surge inspiración de la admiración tan profunda que sentimos por el arte de otros proyectos de amigues que se dedican a diferentes sectores.
¿Cómo equilibráis la identidad artística con la viabilidad comercial?
Es un equilibrio sumamente complejo pero también creemos que si confías en tu visión y eres sincera hay alguien al otro lado a quien emocionarás y querrá vestir tu producto. A toda viabilidad comercial puedes aportarle tu propia identidad, solo hay que ser paciente y llegar a ese lugar con trabajo y atención al detalle. Y viceversa
¿Qué retos habéis encontrado al apostar por una producción ética y local frente a los grandes modelos de fast fashion?
A nivel económico, márgenes de beneficio, coste de producción, etc. A nivel de diseño y producción, no sacar continuamente prendas y diseños nuevos, prácticamente a diario. El consumidor está acostumbrado a ver cada día nuevas prendas, y por tanto a exigirlo también a pequeñas marcas, pero también esa es nuestra labor, a través de nuestro discurso ir construyendo junto al público nuevas realidades. Cada vez preferimos pensar menos en todas estas dificultades y lamentarnos, y poner toda nuestra fuerza en crear un espacio seguro a través de nuestra ropa. “Piensa global, actúa local”.
¿Qué papel juega Zaragoza y su escena cultural en vuestra marca? ¿Os afecta la decadencia que algunos aspectos de la ciudad están sufriendo debido a las decisiones de nuestros políticos?
Toda decisión política afecta a la cultura de las ciudades, y en el caso de Zaragoza estamos sufriendo un retroceso brutal en el ámbito cultural. Creemos que menos vida en las calles se refleja en un menor impacto de la cultura local en la ciudadanía y un menor interés por pequeños productores y jóvenes artistas, en pos de grandes cadenas y grupos empresariales. Aunque en Ironic nos sentimos agradecidas de la comunidad que hemos construido, y sentimos que pese a todo, cada día crecemos un poquito más.
El evento del 26 de abril mezcla moda, música y cultura. ¿Cómo imagináis la relación entre todas estas expresiones creativas?
La historia de la moda no se construye sin la música. Y viceversa. Que todas las ramas artísticas converjan y generen sinergias es fundamental para nutrir nuestra creatividad y poner los cimientos para estructuras que nos permitan seguir creciendo y desarrollando nuevos escenarios para todes les artistas.
¿Cómo veis el futuro de la moda sostenible? ¿Qué tendría que pasar para que fuera la norma y no la excepción?
Parece casi distópico, ¿verdad? Pero creemos en un mundo nuevo, y ojalá lleguemos hasta ese lugar. De momento intentemos construir desde lo más local, construir pequeñas redes, cuidar a nuestra gente y poco a poco, abarcar un poco más.
¿Tenéis planes de expansión o de nuevos formatos (colaboraciones, talleres, nuevos productos)?
Bueno, hace casi un año que nos mudamos al centro y trasladamos nuestro atelier a nuestra nueva tienda Jueves Shop, un proyecto que compartimos con Luis, que dirige el resto de zona de venta. Hemos colaborado este año también con el restaurante Gente Rara (Solete Repsol y Estrella Michelín) diseñando el uniforme de sala. Queremos lanzar este año también una nueva línea de streetwear, de la que pronto contaremos más cosas.
¿Qué consejo daríais a otras personas que quieren emprender desde una perspectiva ética y creativa?
Que no tenga miedo, que se lance y crea en lo que hace, es la única manera de sacar un proyecto adelante. Que busque una red de apoyo en su entorno que le acompañe y una buena gestoría. Y por supuesto, que nunca dé nada por sentado y que en cada paso que dé se sienta aprendiz.