El Ocean Viking navega en aguas internacionales al noroeste de Malta sin entrar en las aguas territoriales maltesas ni italianas. A bordo lleva 356 personas rescatadas en cuatro operaciones realizadas entre el 9 y el 12 de agosto. Los rescatados proceden de Eritrea, Etiopía, Guinea, Chad, Gambia, Costa de Marfil, Libia, Mali, Nigeria, Sudán y Sudán del Sur.
El 13 de agosto, Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterraneé solicitaron formalmente que las autoridades marítimas maltesas e italianas asumieran la coordinación y den apoyo para encontrar un lugar seguro, ya que son los centros de coordinación más cercanos que pueden asistir al buque. Malta ha respondido negativamente argumentando que el rescate se produjo en aguas que no son de su competencia e Italia no ha contestado.
Luca Pigozzi, médico de MSF a bordo del barco de rescate: "Vivimos un bloqueo inhumano y vergonzoso. Necesitamos un lugar seguro lo antes posible. El clima a bordo es cada vez más tenso. '¿Por qué no nos movemos?, ¿Volveremos a Libia?', nos dicen. La mayoría de los supervivientes nos cuentan que han sufrido detenciones arbitrarias, extorsión y violencia en Libia y muestran signos de tortura. También hay víctimas del conflicto armado en Libia, heridos de guerra que atendemos en la clínica.” Comenta Luca.
“En medio del Mediterráneo, los días pasan y parecen siempre el mismo, la gente está perdiendo la noción del tiempo, les cuesta incluso identificar la hora de la comida o del rezo. Les es muy difícil entender lo que está sucediendo aunque tratamos de explicárselo con la ayuda de nuestro mediador intercultural. No es fácil poder encontrar un lugar en puente donde todos puedan dormir. 356 personas atrapadas llevan más de 10 días atrapadas en el mar. Pedimos un lugar seguro lo antes posible para que estas personas puedan tocar el suelo y puedan encontrar seguridad y humanidad.” Finaliza Luca Pigozzi.