Los ataques gubernamentales, espoleados por la Troika, a los servicios públicos y sus plantillas están afectando a muchos sectores como la sanidad, la justicia, los servicios sociales, etc. Pero, quizás, la educación es el ejemplo paradigmático por la extensión y profundidad de los recortes, así como por las luchas en defensa de lo público desde la comunidad educativa.
Por un lado, el sistema educativo público está siendo una de las víctimas de la crisis que los de arriba nos están haciendo pagar a la gente trabajadora. A los recortes de cursos pasados (despidos de miles de profesoras y profesores, supresión de ayudas para compra de libros, aumento de jornada laboral, recortes salariales, masificación de aulas, pérdida de miles de empleos en universidades, subida de tasas, etc.) se suman ahora nuevos recortes (como el endurecimiento de los requisitos para acceder a becas). Unas medidas antisociales impulsadas tanto por gobiernos del PP, el PSOE y CIU.
Y aún están por venir la aplicación de la LOMCE y la reforma de la LOU, un giro de tuerca más al desmantelamiento de la educación pública. Y todo esto aliñado con el aumento del apoyo a la educación católica privada por parte del PP, incluso a los colegios que discriminan en función del género. El final de este desastroso camino puede entreverse en Grecia, donde dos de las mayores universidades públicas se han visto obligadas a cerrar a inicios de curso por falta de medios y personal.
Afortunadamente, contra estos ataques ha nacido una importante respuesta popular organizada en la Marea Verde de las Illes Balears. Un movimiento de oposición a los recortes organizado desde las bases de la comunidad educativa que desborda a las burocracias sindicales, cuyo modelo de lucha institucionalizada se está volviendo inoperante para cada vez más gente.
Desde la Marea Verde se considera que una educación pública saludable es clave para luchar contra las desigualdades crecientes en tiempos de crisis; momentos de crisis en los que es más importante que nunca que el sistema educativo acoja a toda la ciudadanía desempleada que quiere formarse. Y esto no está ocurriendo, con miles de personas que, por ejemplo, quieren estudiar Formación Profesional o una carrera universitaria y se quedan sin plazas o no tienen el dinero necesario.
Para este mes de octubre hay convocados a nivel estatal un referéndum contra la política educativa del gobierno central y una semana de protestas del 22 al 24, además de otras movilizaciones locales. Pero, sin duda, la huelga indefinida del profesorado de Secundaria en las Balears cobra una especial importancia al ser un desafío frontal al autoritarismo y al anticatalanismo del PP, al estar organizada democráticamente desde las bases, y porque podría servir de modelo de lucha al demostrar que podemos parar desde abajo las reformas antisociales a gran escala.
Una victoria de la Marea Verde sería un duro revés para el PP tanto en las Illes Balears, como en todo el Estado, que además animaría las luchas en la educación y más allá. Por eso es tan importante seguir construyendo la solidaridad con la huelga indefinida.
Editorial del Diari En Lluita (octubre 2013) | Para AraInfo
