Cuando el PP gobierna en nuestro país, solo una pequeña parte de nuestra sociedad puede celebrar los día señalados con ilusión, esperanza en un futuro de igualdad, fraternidad y libertad, y con espíritu de construcción del bien común.
Por que el PP, y su imprescindible muleta más ultra, Vox, no engañan. Nunca. No engañan en la aplicación de sus políticas más sectarias y liberticidas, claro, desde el primer al último minuto de sus mandatos, por que respecto al uso de los dineros públicos el engaño es al PP como la miel al oso.
Cuando el PP gobierna nuestro país, vuelven las imágenes en blanco y negro, vuelve el capitalismo de amiguetes en su máxima expresión, vuelve el olor a viejo de sacristía oscura, vuelve la destrucción de nuestro patrimonio cultural y arquitectónico, vuelve el uso del patrimonio natural como una herramienta al servicio de la oligarquía aragonesa, fundamentalmente de la zaragozana, y vuelve el desprecio por nuestras lenguas propias: el aragonés y el catalán.
Cuando el PP gobierna en Aragón, se vanagloria de haber sido fundado por ministros del genocida Franco, y se apoya en su escisión más ultraderchista, Vox, que abiertamente loa el franquismo y pretende forzarnos, liquidarnos otra vez si hiciera falta, para reinstuarar un régimen de terror y nacional-catolicismo. La derogación de la tibia Ley de Memoria Democrática de Aragón, es un primer paso, pero ni el único, ni el último.
No es que con el PSOE, sobre todo el del lambanato, las cosas fueran muy diferentes, pero en la delegación del PSOE en Aragón siempre han existido un buen número de cuadros y militantes que no militan ni en el españolismo, ni en el ultracapitalismo, y casi siempre cuando gobiernan han dejado alguna gatera abierta a las propuestas más avanzadas de la sociedad aragonesa más comprometida con el bien común.
Con el PP en el poder, se premia a oligarcas como Amado Franco, que con ese nombre hace que el chiste, de mal gusto, se cuente solo. Cuando gobierna el PP, Zaragoza se ve obligada a reblar y perder sus títulos de muy heroica y protege monumentos de exaltación de la muerte y asesinatos políticos como el de la Legión en los Pinares de Venecia, o vuelve a campar el xenófobo nacionalismo hispano-madrileño intentando privilegiar a los españoles sobre aragonesas y foranas.
Cuando el PP gobierna Aragón los nazis, abiertamente nazis, no solo son protegidos si no que forman parte de sus gobiernos como es el caso de Vox-PP en María de Huerva.
Nuestro país, celebra no uno si no varios días nacionales a lo largo del año, el 23 de abril es uno de ellos. Pero el nacionalismo aragonés nunca fue y ni es excluyente, es capaz de ceder en su postulados a favor de la independencia política de Aragón, y también ceder soberanía por el bien común de los pueblos de Europa, y del mundo.
El nacionalismo aragonés sabe que la construcción de Europa debe pasar por la eliminación de los Estados burgueses que componen la actual Unión Europea. Y suprimir estructuras duplicadas como ministerios y otras estructuras de la oligarquía regional de cada uno de esos Estados. Parafraseando al nacionalismo hispano-madrileño: “es inadmisible la desigualdad entre ciudadanas europeas, que las francesas cobren mejores sueldos que las aragonesas, o que estas tengan mejor sanidad que las rumanas. Europa una y no veintisiete”.
Apelamos a la resistencia y resilencia del Pueblo aragonés, a su proverbial rasmia e inteligencia colectiva, para hacer frente al retroceso que vive nuestro país, nuestro entorno cercano, y el mundo en general. Cuando el fascismo se viste de demócrata es obligación de una sociedad sana desenmascararlo. Cuando el fascismo nos azuza con sus tambores de guerra, debemos decirle al mundo, tambores sí, pero los de Calanda.
