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Actualmente el Estado utiliza la educación como una herramienta de adoctrinamiento para formarnos como masa, sin tener en cuenta al individuo, con el único fin de que seamos competitivas/os dentro de la lógica del mercado laboral del sistema capitalista de consumo.
Para destruir esto, es necesario que el mayor número de personas tomemos conciencia de esta situación en la que estamos sumidas/os, que anula nuestra voluntad y nos hace obedientes a la propia autoridad que nos gestiona como mercancía. Creemos que para que sea posible el cambio en la mentalidad social que ambicionamos, hemos de tomar las riendas de la educación. Disentimos del sistema educativo del que participamos, es nuestro deber adoptar las medidas necesarias para modificarlo según nuestras voluntades.
Desde arriba nos conciben como a-lumnos/as (sin luz). Pero la palabra alumno/a proviene etimológicamente de del latín alumnus (participio pasivo del verbo alere, que significa alimentar o alimentarse y también sostener, mantener, promover, incrementar, fortalecer). Como cada uno/a conoce sus apetitos, la educación por la que apostamos promueve tanto el autoconocimiento como la búsqueda de nuestros gustos, sin empaches ni censuras. Luchamos por una educación que no esté sujeta a las directrices de un Estado que nos traiciona, sino que sea propia, libre y autónoma, en la que sea el propio individuo el que gestione su actividad. Lucharemos por y para que la verticalidad unidireccional académica actual (directrices estatales, profesorado, alumnado) devenga en un modelo horizontal donde caigan las rígidas barreras entre profesoras/es y alumnas/os.
Para ello sería necesario sustituir la estructura jerárquica autoritaria, donde un individuo (profesor/a) adoctrina a otros (alumnas/os). Creemos que el aprendizaje no debe ser una imposición del saber, sino un fomento de las capacidades de las personas que facilite la comunicación intersubjetiva, que nos permita desarrollar un pensamiento crítico donde todas/os aprendan y todas/os tengan la posibilidad de influir en las demás.
La abolición de la jerarquía educativa autoritaria también persigue la sustitución de imposición castigos o de procedimientos de penalización por la puesta en marcha de prácticas de solución de conflictos por medio del diálogo y de forma consensual. Las/os docentes serían ante todo personas, y no marionetas de un Estado opresor. Somos conscientes de que para que exista un aprendizaje de forma dinámica, debe existir una figura tutelar que aproxime y facilite la información a la que queremos acceder. Pero esta persona no debe situarse arriba, ni delante de los alumnas/os, sino a su lado. Más que una figura autoritaria, sería un/a amigo/a que nos acompañe en nuestra andanza a través de las sendas del saber.
La cercanía necesaria para que el/la facilitador/a ejerza esta tarea requiere una dedicación a un número de reducido de alumnas/os, a la inversa de las medidas que se intenta implantar desde el decretazo "Wert". Como muestra de que no estamos hablando ni de utopías irrealizables ni de que sentamos nuestro discurso sobre humo, mostramos algunos de los lugares donde ya se está llevando a cabo este tipo de educación:
- Escuela libre Paideia de Badajoz.
- Escuela Bolandriana de Huesca.
- Asociación O farol de Miralbueno (Zaragoza).
- Universidad libre experimental nómada de Málaga.
- Universidad ocupada Rimaia de Barcelona (recientemente desalojada).
Asamblea del encierro de Filosofia y Letras | Para AraInfo
