Los trabajos de desmontaje de lo que fue el mercado provisional de Lanuza, abierto durante el tiempo que se desarrollaban las obras de rehabilitación del histórico edifico del Mercado Central de Zaragoza, están ya en la fase de trabajo destinada a la destrucción de la plataforma de hormigón sobre la que se asentaba el citado equipamiento comercial.
Se trata de una zapata corrida de hormigón armado con ferralla, que ya se ha comenzado a demoler con maquinaria pesada, provista de martillos percutores y justo en el límite con la zona posterior de la muralla romana.
Ante ello, desde CHA-Zaragoza consideran “que es urgente adoptar cuantas medidas sean necesarias para prevenir cualquier posible afección a las murallas romanas debido a las fuertes las vibraciones producidas durante la demolición”.
“Es necesario que un bien de interés cultural, esencia de la historia de Zaragoza, reciba un trato tan cuidadoso como de prevención ante posibles problemas que pudieran producirse”, expone Chuaquín Bernal, presidente de CHA-Zaragoza. “Se debería valorar incluso el corte del hormigón con disco de diamante que provocasen menor impacto debido a la transmisión de los temblores en la estructura de las murallas y dotar de una estructura de protección al paño de muralla más próximo para evitar la caída de elementos sueltos o inestables”, aclara Bernal.
Concluye Brenal recordando que “la parte más monumental de las murallas romanas de Cesaraugusta está construida en piedra sillar, mampuesto, etc. El tramo de muralla conservado presenta 22 metros de largo, está formado por dos muros yuxtapuestos, el interior de hormigón y el exterior de sillería”.
