¿Reabrirá la línea ferroviaria internacional Zaragoza-Canfranc-Pau en 2025?

El Ministerio español de Transportes y Movilidad licitó el pasado 2 de junio el 'Estudio Informativo de la conexión en ancho estándar de la línea Zaragoza-Canfranc-Pau con la plataforma logística de Zaragoza Plaza', con un presupuesto de 423.500 euros. Mientras los gobiernos de Aragón y Aquitania mantienen el objetivo de 2025 para la reapertura internacional del Canfranc. El presupuesto total del proyecto se calcula en unos 450 millones de euros.

Acto de comienzo de las obras de rehabilitación de Gara Internacional d'os Aranyons. Foto: Archivo

Los trabajos de rehabilitación en la Estación Internacional de Canfranc -Gara Internacional d’os Aranyons- continúan según los plazos previstos por el Gobierno de Aragón, similar situación se produce en la parte Aquitana, donde su gobierno realiza trabajos de mejora en algunos tramos de vía y estaciones.

Sin embargo, y como siempre, los ritmos de los Estados español y francés son tan extraordinariamente lentos que conducen a la frustración. El último estudio licitado por el Gobierno del Estado español 'Estudio Informativo de la conexión en ancho estándar de la línea Zaragoza-Canfranc-Pau con la plataforma logística de Zaragoza Plaza', y dotado con un presupuesto de 423.500 euros, tiene como objetivo el análisis de las alternativas que posibiliten el tráfico de mercancías en ancho estándar europeo entre la futura línea internacional y la Plataforma Logística de Plaza en Zaragoza. Calculando las necesidades de transporte actuales y futuras, y seleccionando la opción más acertada desde el punto de vista funcional, técnico, económico y medioambiental.

Este ‘estudio’ forma parte del conjunto de ‘documentos’ previos para el acondicionamiento de la línea férrea internacional Zaragoza-Canfranc-Pau, que cuentan con financiación europea dentro del Mecanismo Conectar Europa 2016, en concreto 7,5 millones de euros. Todos estos trabajos e informes están centrados en conseguir la reapertura de la línea internacional, y permitir así el transporte de viajeros y mercancías entre Zaragoza y Pau, habilitando un corredor ferroviario internacional alternativo al Mediterráneo y Cantábrico para la conexión entre Aragón y Francia.

El Libro Blanco del Canfranc prevé la reapertura internacional en 2025

La población aquitana de Accous -Acós en occitano- enclavada en el precioso Vath d'Aspa -Valle del Aspe en castellano- acogió en el 2019 la presentación del Libro Blanco del Canfranc, con la participación del Consejero aragonés de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, y del Presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset.

En la introducción del Libro Blanco, financiado por Fondos Europeos de Desarrollo Económico -Feder-, se explicaba que “ante los retos medioambientales y de salud pública es nuestra responsabilidad fomentar un proyecto que evite las molestias provocadas por el flujo de tráfico que circula por carretera”, destacando “las oportunidades del desarrollo turístico desestacionalizado de los valles, a cuya riqueza patrimonial excepcional contribuye la línea”, y fijaba el 2025 “como mínimo” como el año de la ansiada reapertura.

El documento incidía en el “fuerte consenso local existente” para la creación de un tercer corredor ferroviario que conecte la Península Ibérica con Europa. Y más en concreto, conectar las ciudades de Zaragoza, Burdeos y Toulouse, con el objetivo de reducir el tráfico por carretera y “hacer de la línea ferroviaria un eje vertebrador para los desplazamientos domésticos, turísticos y de mercancías, organizando zonas industriales y turísticas transfronterizas en torno al tren”.

El tráfico internacional de mercancías y un tren turístico: viables y complementarios

Respecto al turismo, en el Libro Blanco se defiende la creación de un tren turístico, que siguiendo ejemplos europeos como el Bernina Express en los Alpes suizos, el tren de los castillos en Trento, o el tren de las maravillas y de la nieve en Niza, conecten a viajeros y viajeras con las maravillas naturales y patrimoniales de estas comarcas aragonesas, como la propia estación de Canfranc, los Mallos de Riglos, el río Galligo, o los valles del Aragón.

En cuanto al tráfico de mercancías, el estudio -que encuestó a 17 grandes empresas- señala que “la gran mayoría de las partes entrevistadas consideraron que había suficiente potencial de carga ferroviaria en el territorio para que la reapertura de la línea fuera oportuna”, e indicaban “el potencial e interés internacional de la línea Pau-Canfranc-Zaragoza, como punto transfronterizo entre la Península Ibérica y el resto de Europa”.

Destacaban la importancia del transporte del sector cerealista y agroalimentario desde el sur de Francia hacia la Península Ibérica, y de piezas de automoción entre Aragón y Alemania o Austria. El Libro Blanco también contempla tráficos potenciales como los de la papelera Saica, Inditex, Decathlon, TMZ, o productos forestales, vinos y alimentación. “El volumen total de mercancías potencialmente cautivas, sumando los volúmenes de tráfico comunicados por los actores entrevistados, varía entre 1,5 y 2 millones de toneladas”, lo que supondría derivar al ferrocarril “un tráfico de entre 60.000 a 80.000 camiones al año, o de 120 a 220 diarios”.

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