Este domingo se cumplirá un año de la detención de Raquel Tenías. Esta activista y militante zaragozana, responsable de Movimientos Sociales y Ciudadanos y miembro de la Presidencia de Izquierda Unida Aragón, fue una de las personas detenidas el 22 de marzo de 2014 en Madrid tras la manifestación de las Marchas por la Dignidad.
La Fiscalía le pide 4 años de prisión por supuestos delitos de “desórdenes públicos y atentado a agente de la autoridad”. Raquel y su entorno familar, político y social siempre han negado los hechos. Es más, Raquel y otras personas que fueron detenidas ese día aseguraron haber sido objeto de malos tratos durante su detención.
Desde que se conoció la acusación del fiscal una campaña de solidaridad ha inundado las redes sociales. Su voz ha llegado a programas de radio y televisión, a las Cortes aragonesas y al Congreso español. Además, el grupo de apoyo, que exige -al igual que su abogado- su absolución sin cargos, comenzó recientemente una campaña de recogida de firmas. A día de hoy ya la han secundado más de 6.000 personas.
Otros apoyos se recogen en las redes con la etiqueta #RaquelAbsolución donde centenares de personas han enviado imágenes solidarias. Las organizaciones y personas que promueven la campaña han creado una cuenta de Twitter, una página en Facebook y un blog.
En este vídeo, la Asamblea del zaragozano barrio de San José entrevista a Raquel Tenías. Raquel habla de lo que ocurrió aquel día en Madrid, sus 48 horas en comisaría y los malos tratos sufridos, del estado actual del proceso judicial, pero también habla de solidaridad, de amistad y de compromiso.
Hoy las Marchas vuelven a Madrid, al igual que Raquel, que será quien lea el manifiesto en Colón en representación de Aragón. Raquel, madre de un niño de 13 años y trabajadora en un restaurante cooperativo en la capital aragonesa, asegura que "no silenciarán mi dignidad con miedo" y afirma con orgullo: "Enseño a mi hijo a no tener miedo y a defender los derechos civiles".
Las Marchas volverán a llenar Madrid de dignidad. Y Raquel, al igual que otras miles de personas, estarán allí para contarlo.