Rajoy sigue imponiendo los ritmos de Catalunya. Primero reprimió el referéndum, luego a sus convocantes, después decretó unas elecciones el 21 de diciembre, y finalmente, el día 29 de diciembre, tras el último Consejo de ministros del año, ha dictaminado cuándo debe formarse el Govern de Catalunya. La fecha exacta: el 17 de enero de 2018.
En su aparición pública en la Moncloa, el presidente del Partido Popular ha considerado que la aplicación del artículo 155 de la Constitución española ha sido un éxito rotundo y ha conminado a los partidos independentistas, que con toda probabilidad formarán gobierno, a abandonar la vía unilateral. En este sentido ha señalado que Europa no avalará ninguna vía unilateral de secesión, pese a que en múltiples ocasiones Carles Puigdemont ha acusado a Mariano Rajoy de ser él quien ha llevado a cabo la unilateralidad al negarse a cualquier forma de diálogo.
Refiriéndose al presidente en el exilio, Mariano Rajoy ha ironizado sobre la posibilidad de que Puigdemont sea investido vía telemática. “Imagínese que yo viviera en Lisboa”, ha dicho el presidente del Gobierno.
"Se ha aplicado la ley para defender la ley y a convivencia de los catalanes y de todos los españoles", ha afirmado Rajoy. "Lo lógico y más razonable sería no volver a poner a prueba nuestro ordenamiento", ha añadido el presidente sin salirse un milímetro de la idea de legalidad de su partido.
El miedo a Ciudadanos
En un momento en el que el descenso del Partido Popular en Catalunya lo ha relegado a una posición marginal, es difícil distinguir cuáles de las declaraciones de Mariano Rajoy van dirigidas contra el independentismo y cuáles van dirigidas contra Ciudadanos; formación que se presupone rival serio del PP para las próximas elecciones estatales.
De este modo, cuando el presidente del Gobierno ha alabado la situación de “geometría variable” en la que se encuentran los pactos de gobernabilidad en el Congreso de los Diputados, podría estarse refiriendo a la formación naranja y a su lideresa en Catalunya Inés Arrimadas. El 28 de diciembre Rafael Hernando criticaba a la política catalana por no intentar una investidura matemáticamente fallida.
Lo cierto es que para el próximo año 2018 esa “geometría variable” de la que se ha enorgullecido Mariano Rajoy durante su rueda de prensa, no está clara ni de lejos. Pese a tener un preacuerdo con Albert Rivera, tras la actuación del Estado durante el 1 de octubre, las posibilidades de llegar a pactos con el Partido Nacionalista Vasco se vuelven esquivas.
