Puyalón considera que Zaragoza debe disponer de unos “presupuestos dignos” que permitan transformar la ciudad

Por ello, exigen un presupuesto de máximos para la ciudad, “lo que requiere que se deje de subvencionar a la Iglesia Católica, o que se minimice el priorizar el pago de la deuda ilegítima de los bancos, por no hablar del aumento real en el gasto social o la inclusión de partidas importantes para lengua y cultura aragonesa”

La formación de la izquierda independentista aragonesa, Puyalón de Cuchas, ha emitido un comunicado en el que realiza un análisis de coyuntura con el objetivo de establecer una serie de “estrategias ambiciosas” que permitan la aprobación de unos “presupuestos de máximos” para este año. Dichos presupuestos “han de reflejar y construir el programa político que elaboramos desde Zaragoza en Común”.

A juicio de Puyalón, no se puede “tolerar el chantaje y la negociación, ya que el objetivo de otros grupos políticos es dar imagen de ingobernabilidad”. “En consecuencia, la aprobación de los presupuestos del 2017 debería estar condicionada a una cuestión de confianza sobre el gobierno de Zaragoza en Común”, reconocen. En este sentido, desde la formación de la izquierda soberanista aragonesa se ha estado “participando en diversos procesos de confluencia para generar alternativas progresistas en los municipios del país donde se daban las circunstancias”.

Para Puyalón, “el objetivo de desalojar a la derecha neoliberal en 2015 se consideraba prioritario y así se realizó en determinados ayuntamientos gracias a nuestro apoyo y trabajo (Zaragoza, Uesca, Pastriz, Artieda, Morata de Jalón o Chaca)”. En la capital aragonesa, la coalición Zaragoza en Común obtuvo nueve concejales de 31, irrumpiendo como segunda fuerza del consistorio. “El trabajo de aglutinar fuerzas y personas había dado sus frutos, generando una ilusión histórica”, aseguran.

“Pero la ‘realpolitik’ –continúan-, camino de los dos años de legislatura, ha dejado a ZeC en una situación de bloqueo total; la actitud derechista del PSOE impide cualquier tipo de acuerdo o propuesta que suponga transformaciones básicas en la línea del programa político de ZeC: el derribo de Averly o la cuestión del megaoutlet en la antigua fábrica de Pikolín (outlet de Torre Village) son ejemplos contundentes de este bloqueo”.

De hecho, existen otros “temas simbólicos que han ido mermando las decisiones del gobierno municipal (el debate sobre el nombre del pabellón de deportes –José Luis Abós vs Príncipe Felipe-, o el nombramiento del activista Antonio Aramayona como zaragozano ejemplar)”. Además del incumplimiento de acuerdos programáticos como “la disolución de la UAPO, la creación de una escuela municipal de lengua aragonesa, o la tibieza en la huelga de los trabajadores de AUZSA”.

“Somos sinceras y reconocemos que construir alrededor de las personas requiere de estrategias a largo plazo, ya que el gobierno del capital y los intereses oligárquicos lo hace para sus minorías”, subrayan desde Puyalón.

Tal y como señalan, “la fiscalización de las grandes contratas –aunque quedan pendientes las auditorías prometidas-, las soluciones a las necesidades habitacionales de la gente, el impulso a la sostenibilidad, la defensa de la ciudad compacta o la transversalización de género en las políticas institucionales, son acciones del gobierno municipal, que aplaudimos desde Puyalón, pero esto no es suficiente”.

Por ello, exigen un presupuesto de máximos para la ciudad, “lo que requiere que se deje de subvencionar a la Iglesia Católica, o que se minimice el priorizar el pago de la deuda ilegítima de los bancos, por no hablar del aumento real en el gasto social o la inclusión de partidas importantes para lengua y cultura aragonesa”. Sin embargo, desde Puyalón reconocen las dificultades a las que desde el gobierno municipal se enfrentan al disponer de tan sólo nueve concejales, y así “los números no llegan”.

Además, ZeC “sufre el rodillo constante de la dupla PP-PSOE (10+6), con los vaivenes populistas de C's, y la tibia ayuda táctica de CHA”. “Este escenario es lógicamente insuficiente para articular un programa de corte progresista para la clase trabajadora de la ciudad de Zaragoza”, afirman. “El tratar de argumentar un proyecto de ciudad, constreñido por los techos de gasto y por una insuficiente financiación, sólo aboca a la política de parchear, sin conseguir articular partidas expansivas en lo social y fomentando el cambio en su propio modelo. Es decir, al puro estilo gatopardista”, aseveran.

En este sentido, una de las claves para Puyalón pasa por Podemos Aragón, cuyos 14 diputados en las Cortes, son decisivos para los presupuestos estatales de 2017. “El puzzle se simplifica al entender que en este país casi todo pasa por la metrópoli zaragozana –añaden- (por peso demográfico, capacidad de servicios y articulación de iniciativas), con lo que los círculos de la formación morada harían muy bien en forzar, desde dentro de Zaragoza en Común, a una posición de fuerza, ya que el PSOE está debilitadísimo y Lambán desea, a cualquier precio, tener una prórroga a su gobierno, y así pujar en sus luchas internas dentro de esta fuerza social-liberal”.

A su juicio, “de no producirse esto, el escenario probable será una alcaldía regalada al PP de Azcón, que sin hacer nada, y con una oposición de pataleta, gobierna en la sombra”, lo cual “generaría una desafección gigantesca entre los sectores sociales y populares, y entre las diversas izquierdas alternativas que soñamos con otra Zaragoza”.

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