El próximo 5 de abril, profesionales del sector de “lo social” se unen en un movimiento de protesta a través de las redes sociales para mostrar la precariedad laboral que sufren desde hace años. Utilizando el hashtag #LoSocialNoEsCaridad como reclamo, profesionales y personas atendidas quieren visibilizar el trabajo que desempeñan y que reciben, y reclamar unas condiciones de empleo dignas.
Comenzaron hablando en grupos informales de WhatsApp, en los que compartían ofertas de empleo que les llegaba. 500 euros por 36 horas, claramente abusivo. Así nace la idea del hahstag: #LoSocialNoEsCaridad al que a los pocos minutos se unieron más de 300 personas.
Contratos discontinuos, meses sin empleo ni sueldo… Son condiciones que perpetúan la pobreza de las personas que se dedican a este sector. “Trabajamos con personas vulnerables y no generamos beneficios económicos inmediatos, pero somos agentes de prevención de conflictos y de cohesión y paz social. Somos fundamentales para la sociedad. Trabajamos con personas vulnerables por su bienestar y por el Bienestar Social, y el profesional termina en la misma situación de vulnerabilidad social”, declaran desde la organización.
Ofertas de empleo con condiciones precarias, instituciones que suplen puestos con voluntariado muchas veces sin cualificación, contratación de personas sin formación, intrusismo laboral continuo e institucionalizado, en connivencia con empresas, ONGs o incluso ayuntamientos, son algunas de las situaciones que estas personas quieren poner encima de la mesa el 5 de abril.
“Estigmatizadas en la caridad”
“Este es un sector extremadamente precario, y siempre se justifica en que es algo vocacional. Pero con vocación no se pagan las facturas. Somos los únicos trabajadores obligados a ejercer gratis porque, a fin de cuentas, se sigue usando la excusa de que “ayudar a los demás” es altruismo” y es por eso que reclaman que se respeten nuestros derechos constitucionales y recuperar la dignidad y respeto de sus profesiones.
Creen que han sido absolutamente invisibilizados en estos tiempos del Covid-19. “Hemos trabajado a destajo. Y ni siquiera se nos ha dado una palmada de aplauso. Pero sí se nos ha criticado por mala gestión”, se quejan los trabajadores y trabajadoras del sector.