Primera semana de La Vuelta: el guion previsto

Como un buen vermú, así ha empezado La Vuelta en sus primeras etapas. Quintana es líder con un Roglic a solo seis segundos y reforzado de cara a la segunda semana de carrera. Migue Ángel López a 16" y Valverde a 20" son tercero y cuarto respectivamente.

Foto: Jeremias Radny (Unsplash)

Quizá algo indigesto en la crono por equipos inicial de Torrevieja, ya que un fallo bochornoso de la organización, en una curva mal elegida, con una casual fuga de agua -nos gusta el drama-, provocó las caídas de equipos como UAE y Jumbo-Visma. Para el bloque holandés fue desquiciante, ya que se les esfumaron las posibilidades de ganar la crono. Astana realizó una exhibición impecable, posicionando a Superman López como primer jersey rojo. A dos segundos escasos, quedó el Deceuninck, una mala gestión de la última curva, provocó que no ganaran el parcial.

La salida desde las montañas de sal de la localidad alicantina fue muy vistosa, una bella puesta en escena, más acertada que en otras ocasiones (barcos militares, bateas o aguas termales). Me da envidia, pensando en algunos ejemplos del patrimonio aragonés que podrían tener una dignificación acorde a su valor (Salinas de Arcos), un entorno salinero totalmente descuidado por sus propietarios actuales. El vermú del domingo fue delicioso, una etapa dura, con 200 km entre Benidorm y Calp, mucho calor y terreno rompepiernas; a ello se le unieron las ganas de medir fuerzas por parte de los favoritos. Y un muro colocado donde puede hacer daño de verdad, pasaron Formolo, Latour y Bennett al ataque, mientras Valverde llevaba el ritmo de los favoritos; tras escaramuzas varias, quedaron en cabeza Nieve, Aru, Urán, Roglic, Roche y Quintana, con el líder López cortado en el grupo perseguidor. Un final precioso, en el que Nairo destapó su astucia y calidad para llevarse la etapa. Nicolas Roche (Sunweb) se puso de líder y algunos como Poels pagaron el esfuerzo, dejándose casi diez minutos.

El lunes 26 llegó la calma, jornada entre Ibi y Alacant, con perfil descendente, una fuga sin opciones, y tremendo sprint del irlandés San Bennett (Bora), que sigue postulándose como uno de los velocistas del momento -este año ha ganado etapas en París-Niza, Vuelta a Turquía y Binck Bank Tour-.

No abandonamos estas tierras sin recordar a Miguel Hernández, alicantino de Orihuela, uno de los poetas de referencia de la Generación del 36, que se pudrió en cárceles franquistas, padeciendo bronquitis, tifus y tuberculosis. Y así tantos otros, como Ánxel Casal, que apareció un 19 de agosto en una fosa al lado de una carretera, había sido alcalde de Santiago de Compostela por el Partido Galeguista. Un día antes, García Lorca. Y tantos otros, que esperan ser identificados en cunetas y fosas de todo tipo. En tiempos de confusión y revisión, aquí queda este breve alegato por la memoria de los vencidos.

La cuarta etapa tuvo otro final para el sprint del pelotón, a pesar de la resistencia de los dos escapados, Jelle Wallays y el andaluz Jorge Cubero. El emblemático monasterio de El Puig -fundado por Jaime I de Aragón en el siglo XIII- fue testigo de la victoria ajustadísima del joven Fabio Jakobsen (Deceuninck) sobre Bennett. Y una baja importante, la del tercero en el pasado Tour, Steven Kruijswijk, con la rodilla maltrecha tras la caída colectiva en la jornada inaugural.

Y de esta guisa llegamos al primer final en alto, el Mont Ventoux celtibérico -que me perdone el Moncayo-, y no defraudó para nada, el Picón del Buitre -el observatorio astrofísico se instaló después- nos dejó una jornada de buen ciclismo, con un ganador ejemplar, Ángel Madrazo, que a base de regular y sufrir, supo sacar partido de su rush final, para comerle la tostada a José Herrada, y de paso ofrecer un triunfo de calidad al Burgos BH -el equipo con menos presupuesto de La Vuelta-. Y eso que Ángel se filtró en la fuga del día con la idea de ir cogiendo puntos para conservar unas etapas más su liderato en la montaña, atrás no persiguieron con mucha convicción, y al final, hubo margen de sobra para Madrazo, su compañero Jetse Bol y Herrada.

La incursión por el Aragón meridional se las prometía, terreno rompepiernas, que al final, en el momento decisivo hizo añicos las fuerzas de algunos favoritos, el Picón y sus 12 km a casi el 7% de pendiente media, con las rampas más duras al final, nos dejó un buen ataque de Miguel Ángel López, el líder Roche cedía, y sólo Valverde y Roglic pudieron anestesiar la acometida del colombiano, con unas diferencias pequeñas. Eso sí, López recupera el liderato y se nos muestra como el ciclista a batir. Gran etapa por la Ibérica Sur, con pancartas reivindicando infraestructuras y unas condiciones dignas para la gente del medio rural. Abajo del Picón, Arcos de Salinas, el pueblo al que le han secuestrado su patrimonio... ¿el Averly celtibérico?

La sexta etapa resultó de transición para la gente de la general; casi 200 km entre Mora de Rubielos y Ares del Maestrat, terreno de carlistas donde además, siempre el azar de las caídas, la carrera se quedó sin Víctor de la Parte, Rigo Urán o Hugh Carthy. Una auténtica pena. La escapada del día fue más nutrida, las necesidades de los equipos imperan, y terminó resolviéndose en la subida final a Ares, donde Jesús Herrada (Cofidis) vengó a su hermano, imponiéndose con autoridad a Dylan Teuns. Gran 2019 para el corredor castellano. El belga del Bahrein se llevó el liderato. Y Cofidis, el segundo equipo invitado que consigue una etapa.

El viernes 30 nos deparó el tercer final en alto consecutivo, una etapa entre Onda y Mas de la Costa, con dos puertos de segunda y dos de tercera en la parte final, antes del primer muro de la Vuelta, en Llucena (casi 4 km al 12%, con escaleras constantes rondando el 20%), una subida curiosa, un pequeño Angliru, que algunos expertos se niegan a incluir en el cuestacabrismo identitario de la carrera. No hubo juego para la numerosa fuga, y al final, los tres de Javalambre más el renacido Quintana, se jugaban la victoria de etapa, eso sí, condicionadas las fuerzas por los rampones imposibles de este infierno valenciano. El campeón del mundo, Alejandro Valverde (Movistar) ganó con autoridad, a sus 39 años. Superman López recupera el liderato, y los cuatro mosqueteros quedan en un pañuelo de treinta segundos. El guion de los organizadores se va cumpliendo.

La etapa catalana del sábado fue bastante entretenida, entre Valls e Igualada, un terreno de media montaña con el puerto de Montserrat como punto caliente para resolver el parcial. Astana volvió a renunciar a mantener el liderato. Se formó una fuga que tenía corredores de todo tipo, entre ellos un combativo Fernando Barceló, que haría su apuesta en Montserrat, igual que Stetina o Jesús Herrada. Llovió en el tramo final y la carretera se puso peligrosa, entre ataques y contraataques, con Stybar, Aranburu o Guerreiro, el desenlace fue al sprint, y allí apareció la figura escondida del alemán Nikias Arndt (Sunweb). A casi diez minutos llegaba el pelotón, lo que permitió al fugado Nicolas Edet vestir el maillot rojo.

El colofón de esta primera semana se desarrolló en los 94 km entre Andorra la Vella y Cortals d'Encamp, con un encadenado explosivo de Ordino, La Gallina, La Comella, Engolasters y Cortals d'Encamp. Con opiniones para todos los gustos, ya he escrito otras veces que prefiero etapas de gran fondo, pero el guion de La Vuelta va por otros derroteros. La lucha por la general la desató López, al principio de La Comella, atacando de lejos, pero la meteorología jugó una mala pasada en forma de lluvia y granizada, que nos transportó a un agujero negro, del que salió perjudicado el propio líder del Astana -se le fue la bici en el novedoso tramo de gravilla-. El Tour y el Iseran.

Cuando volvió la señal de la tele, la escena era diferente, Quintana lanzado a por el liderato, Roglic persiguiendo a paso firme, Valverde pugnando por no perder comba y López magullado, acuchillando fantasmas. Y mientras tanto, Marc Soler era cabeza de carrera pero le hicieron esperar desde el coche para ayudar a Quintana, mostrando gestos de contrariedad. Tadej Pogacar (UAE), de 20 años, suelta a Nairo y se impone con firmeza en esta extraña etapa (y se coloca 5º en la general). El colombiano de Movistar es el nuevo líder, pero las diferencias siguen siendo mínimas, de juveniles, pura igualdad, entre los cuatro primeros. Eso sí, Roglic sale reforzado, de cara a la segunda semana de carrera. ¿Se romperá el guion?


Consulta la clasificación general.

Autor/Autora

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies