Recién llegada de los campamentos de refugiados y refugiadas saharauis de Tinduf -Argelia-. La experiencia no tiene una valoración positiva. A pesar de la resistencia del pueblo saharaui, de su magnífica hospitalidad y de sus preciosas sonrisas, vivir en ese espacio es horrible.
Y así llevan desde 1975, cuando huyeron de la violencia de la guerra que Marruecos comenzó en los Territorios del Sahara Occidental con el fin de ejercer una ocupación ilegal. La guerra finalizó en 1991 por un acuerdo de alto al fuego. La condición principal era hacer un referéndum para que así el pueblo saharaui decidiera por su autonomía.
Los y las saharauis confiaron en resolver el conflicto de forma pacífica, confiaron en el Derecho Internacional y en la comunidad internacional, pero esa confianza se ha perdido.
A día de hoy siguen igual, siguen sufriendo la violencia marroquí, siguen en los campamentos y siguen padeciendo las violaciones sistemáticas de derechos humanos por parte del Reino alauita en los Territorios Ocupados.
Y es por ello que el Frente Polisario (legítimo representante del pueblo saharaui) el pasado 13 noviembre de 2020 tras un ataque violento a población civil saharaui por parte de Marruecos, en la zona de Guerguerat, decidió dar por roto el alto al fuego y ejercer su legítimo derecho de resistencia.
En este viaje hemos podido observar como a pesar de la pérdida de ayuda humanitaria como consecuencia de la pandemia mundial, que ha generado una mayor escasez de recursos y un mayor encierro, la esperanza ha crecido. La nueva situación de guerra en la zona liberada produce un ideal generalizado: "Por fin podemos intentar hacer algo por nosotros mismos". Aunque no quieran morir, prefieren ir al frente a seguir perpetuando su situación.
La comunidad internacional, y sobre todo el Estado español, deberían aplicar y de forma urgente la normativa internacional. El líder del Frente ha vuelto a tender la mano para poder volver a negociar, nadie quiere que comience el fuego a cuerpo abierto, la negociación y la solución tiene que llegar antes.
Id a los campamentos si tenéis oportunidad, pero sin olvidar que el objetivo principal es contribuir a que puedan regresar a la tierra que les pertenece: el Sahara Occidental.
