¿Por qué desoye el Ayuntamiento de Zaragoza a las instituciones internacionales rompiendo el Pacto por la Cooperación para el Desarrollo?

El gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza, negacionista del cambio climático, abandona por segundo año consecutivo el Pacto por la Cooperación para el Desarrollo en el marco de los objetivos de desarrollo sostenible -ODS-, y se olvida de nuevo de las personas más vulnerables con un recorte que supone el doble de lo que ya redujeron en 2020.

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Concentración en Febrero. Foto: FAS

La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó en septiembre de 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia.

Uno de los cuatro objetivos clave del Marco de Cooperación de la ONU para lograrlo dice: "El Marco de Cooperación debe encarnar el espíritu de las asociaciones que están en el centro de la Agenda 2030. Eso significa alianzas con gobiernos anfitriones, pero también alianzas con todas las partes interesadas: sociedad civil, academia, parlamentos, el sector privado, socios bilaterales, para aprovechar las fortalezas e impulsar un cambio transformador".

¿Por qué desoyen a las instituciones internacionales? ¿Por qué no escuchan y tejen alianzas con la sociedad civil? ¿Qué tenemos que hacer para que lo hagan? Hablamos de supervivencia y están abandonando la lucha contra la desaparición del planeta y la humanidad.

Y esto, tras casi 30 años de consenso en políticas de cooperación municipal y tras los acuerdos de 2007 y 2017. El primero contra la pobreza y suscrito por los cinco partidos políticos que tenían representación en el Ayuntamiento de Zaragoza, Alianza Aragonesa contra la Pobreza y la Federación Aragonesa de Solidaridad. El segundo, por la cooperación en el marco de los objetivos de desarrollo sostenible, aprobado también por unanimidad en el Pleno del Ayuntamiento, que prevé, entre otras medidas, aumentar los fondos de cooperación al desarrollo hasta alcanzar el 0,7%.

Y ahora, la necesidad de apoyarse en la ultraderecha, de mantener el sillón, el gobierno y sus políticas neoliberales, les hace abandonar acuerdos vitales y mayoritarios de legislaturas anteriores.

Y este es el doloroso escenario en el que nos encontramos, en el que el Gobierno municipal, que ya recortó 500.000 € en 2020 en la partida de cooperación, pretende a través de los próximos presupuestos un nuevo recorte de más de 900.000 € rompiendo el Pacto por la cooperación para el desarrollo.

A estos recortes, en subvenciones a proyectos de Cooperación, a la Cátedra de cooperación al desarrollo, a la Oficina de cooperación, al convenio con la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), a acciones dirigidas al trabajo con personas refugiadas, y al impulso de acciones de sensibilización y Educación para el desarrollo y la ciudadanía global (EPDyCG) con la sociedad zaragozana, se suman también los recortes a las partidas a Asociaciones vecinales, a los barrios y al Consejo de la juventud.

Recortes a la solidaridad y a lo comunitario... son recortes a la cooperación, en mayúsculas

[Gracias Marieta Pérez Martínez por tu colaboración en el artículo]

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