PolifoniK Sound triunfa con su fórmula mágica de indie y cercanía

El festival, arraigado en el corazón del Somontano, cierra su duodécima edición con un éxito definitivo de público y cartel y una ciudad entregada

Polifonik
Carolina Durante en una imagen de la edición de 2019. Foto: Canelita Estudio

Más de 4.000 personas de las más variadas procedencias se han dado cita en la duodécima edición del PolifoniK Sound en Balbastro, atraídas por un cartel que ha reunido a una treintena de grupos de la mejor música independiente estatal. El festival ha conseguido que la ciudad se rinda con gusto a la magia de un evento musical que anuncia el inicio del verano, llena los hoteles y restaurantes y se desarrolla sin incidentes.

El PolifoniK continúa atrayendo nuevo público que acaba convirtiéndose en embajador de una marca que aúna calidad y las ventajas de celebrarse en una ciudad tranquila, que permite disfrutar de buenos conciertos sin agobios y sin colas. Ni siquiera el intenso calor de este año ha podido con el optimismo y la alegría del PolifoniK, cuyo público alababa la calidad de las actuaciones, aunque fuera a golpe de abanico.

We're not djs. Foto: Canelita Estudio

Este año, el festival consiguió que los momentos álgidos no se concentraran solo el sábado. Así, el viernes, el público acudió de forma progresiva y, a medianoche, esperaba con ansia a Zahara, que se convirtió en una auténtica reina de la pista y a Viva Suecia, con la que todo el recinto ferial vibró. Anoche, los esperados Carolina Durante sonaron rotundos y el ambiente de fiesta y baile no paró hasta el colofón del cierre, con los inspirados We are not Djs.

Las y los polifonikeros se han acostumbrado a ver lo inusitado en otros festivales. Por ejemplo, cómo los artistas asisten a los conciertos de otros compañeros, como fue ayer el caso de Sidonie, que tras actuar en formato Dj en el Coso barbastrense, acudió al recinto ferial a disfrutar de los conciertos de la tarde y la noche. Es esa cercanía la que atrae poderosamente, por un lado, a los grupos, que rebajan su caché para poder actuar en un festival que tiene unos recursos limitados, pero ofrece un trato familiar impagable. Por otro lado, al propio público, que puede estar en primera fila, ir a la barra o al baño y volver a primera fila sin empujones y, entre tanto, se ha podido cruzar con alguno de los artistas.

Han transcurrido doce años desde el inicio de este festival que surgió como homenaje a un amigo fallecido. En ese tiempo, el evento ha crecido, se ha consolidado y profesionalizado, pero sigue manteniendo ese sello personal de proximidad que los directores, Iván Arana y Luis Moya, se esmeran por mantener. PolifoniK Sound cuenta con la colaboración de la Diputación de Uesca y Huesca la Magia, Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Balbastro y la Comarca de Somontano.

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