
Nuestro Patrimonio arqueológico está gravemente amenazado por el actual modelo de desarrollo con el que cada año perdemos centenares de restos valiosísimos. La construcción de grandes infraestructuras, carreteras, aeropuertos, grandes embalses, las reconstrucciones de los centros históricos, son justificaciones suficientes para hacer desaparecer restos históricos, o en su lugar, dar un escaso tiempo a los expertos para realizar las campañas, imposibilitando hacer un correcto estudio de los descubrimientos. Por si fuera poco, muchas personas, no dudan en remover y expoliar los asentamientos en busca de algún antiguo objeto o moneda, destruyendo para siempre la información que pudieran aportar. Sin comprensión ya de ningún tipo, el yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves, fue completamente arrasado, sacando sus 7000 metros cúbicos de tierra con máquinas excavadoras. Era uno de los yacimientos más importantes de todo el estado y único en su género y del cual sólo pudo estudiarse un 10 por ciento. Todavía hoy nos sabemos a dónde fueron a parar aquellos vestigios.