OSTA exige una “disminución de la precariedad laboral” en el Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo

Para el sindicato aragonesista OSTA, “los números no engañan y muestran la cruda realidad”. Según los datos que manejan, “en el año 2016 murieron en Aragón 25 trabajadores y trabajadoras en el lugar de trabajo”. Al mismo tiempo se produjeron “casi 30.000 accidentes con baja”.

OSTA en el pasado 1º de Mayo en Zaragoza. Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

Como cada 28 de abril se celebra el Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo, y a su vez se rinde homenaje a los trabajadores y trabajadoras heridas o fallecidas en su puesto de trabajo.

Para el sindicato aragonesista OSTA, “los números no engañan y muestran la cruda realidad”. Según los datos que manejan, “en el año 2016 murieron en Aragón 25 trabajadores y trabajadoras en el lugar de trabajo”. Al mismo tiempo se produjeron “casi 30.000 accidentes con baja”.

En el año 2016, “casi el 60% de los accidentes mortales se produjeron en empresas de entre uno a cincuenta trabajadores y trabajadoras, y de estos, el 50% se produjo en empresas de entre uno y cinco trabajadores y trabajadoras”.

A su juicio, “detrás de todas estos números y estadísticas están los trabajadores y trabajadoras que sufren en primera persona la precariedad laboral que repercute directamente en su propia salud”.

“Los empresarios son los principales responsables porque en la mayoría de los casos, consideran que invertir en seguridad no repercute directamente en sus cuentas de negocio”, subrayan desde OSTA. “Pero según los últimos estudios, por cada euro invertido en salud laboral tiene un retorno de cinco euros en términos de ahorro y aumento de la productividad”, añaden.

Por todo lo anterior desde OSTA exigen una “disminución de la precariedad laboral porque está demostrado que a mayor precariedad laboral menor seguridad en tu trabajo”. Asimismo, reclaman “una mejora en las condiciones de trabajo para que todos trabajemos en entornos más saludables”.

Además de un “mayor control por parte de las administraciones como últimos garantes de nuestra seguridad y salud en el entorno laboral, y el compromiso de los empresarios para que la inversión en formación a los trabajadores y trabajadoras en materia de prevención de riesgos laborales, sea uno de sus pilares en la política de sus empresas”.

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