El problema de las y los refugiados persiste aunque ya no sean noticia. Su situación empeora por momentos y el crudo invierno se acerca haciendo de su existencia un verdadero infierno. Cientos de miles de personas refugiadas siguen encerradas en campos de Grecia, Italia o el Estado francés. Europa, lejos de ayudar, endurece sus políticas por momentos.
Así lo advierten el Grupo de Ayuda a Refugiad@s de Zaragoza y SOS Refugiados en red que, con la colaboración del IES Miguel Servet de Zaragoza y la Fundación SEUR, organizan una recogida de calzado de invierno, calcetines, chubasqueros, cazadoras, tiendas, mantas y sacos, para las personas refugiadas en Grecia y Calais.
La recogida será del 15 al 26 de octubre, en horario de 9.00 a 21.00 horas en el IES Miguel Servet (Pº Ruiseñores 49, Zaragoza). "Agradecemos a la dirección del IES su constante disposición para apoyar causas solidarias", apuntan. Ambas organizaciones de ayuda a las y los refugiados están en contacto directo con "voluntarias a pie de campo que se encargarán de la recepción y del reparto".
Refugiad@s de Zaragoza y SOS Refugiados explican que "unas compañeras voluntarias que están ayudando en el campo de Moria (Grecia) nos han relatado el terrible estado del campo y las enormes necesidades de cara al inminente invierno. Una de las necesidades primordiales son el calzado y calcetines de invierno. A la vez que organizábamos esta recogida, contactamos con otro colectivo que está en Calais. Aprovechando la recogida de calzado, hemos decidido ayudarles y ampliarla a sus necesidades".
El campamento de refugiados y refugiadas de Moria, en la isla griega de Lesbos, es "lo más terrible y denigrante que ha sucedido en Europa en muchos años y lo estamos permitiendo sin inmutarnos", denuncian. "Originalmente fue una prisión militar para 2500 personas y ahora se hacinan 9000 personas refugiadas en las peores condiciones imaginables. Llega el invierno y la situación se hace aún más crítica", añaden.
"Hay violencia mortal, hacinamiento y espantosas condiciones sanitarias. Niños de tan solo 10 años han intentado suicidarse", alertan varias personas voluntarias en los campos. "Junto a mi bebé de 12 días hay heces en el suelo de nuestro refugio improvisado, mi hija de 14 años duerme con un cuchillo bajo la almohada", relatan dos refugiadas.
Por su parte, tras el desalojo del campo de Calais, unas 2000 personas viven escondidas en los bosques. "El gobierno francés y británico, al igual que el resto de gobiernos europeos, imponen una política de persecución a refugiados y voluntarios. Hace unas semanas incendiaron un almacén de material humanitario y se disparó la alerta de cara al invierno", concluyen Refugiad@s de Zaragoza y SOS Refugiados.
