Entre ellas figuran la paralización de los llamados “controles de población”, responsables de la muerte cada año de mas de 200 lobos, y fomentar la coexistencia entre el lobo y la ganadería extensiva.
Ante lo que consideran "nefasta gestión" que las diferentes administraciones territoriales han realizado durante los últimos años, estas tres organizaciones reclaman un cambio radical en la gestión de este gran depredador, una especie clave en la conservación de los ecosistemas.
Consideran imprescindible pasar de su actual persecución a través de la caza y los llamados controles de población, a una gestión como especie protegida que incluya la elaboración de planes de recuperación, la persecución del furtivismo, y la puesta en marcha de campañas de educación y concienciación, siempre desde la premisa que "el lobo vale mas vivo que muerto".
Dada la proximidad de las elecciones del 24 de mayo ASCEL, Ecologistas en Acción y Lobo Marley remitirán estas propuestas a las diferentes formaciones políticas pidiendo que se comprometan públicamente a su aplicación, especialmente en los casos de Galiza, Cantabria, Asturies, Euskal Herria, Castilla, La Rioja, Aragón, Catalunya, Madrid, Extremadura y Andalucía.