MSF exige una investigación independiente por el bombardeo de EEUU a su hospital en Kunduz

La ONG eleva a 19 personas las fallecidas tras el bombardeo de la aviación estadounidense a su hospital -12 miembros del personal y al menos siete pacientes, entre ellos tres niños-. Además hay otras 37 personas heridas, 19 de ellas trabajadoras. MSF califica el ataque de "grave violación del Derecho Internacional Humanitario"

Al menos 19 personas han muerto, tres de ellas en niños, tras el bombardeo al hospital. Foto: MSF

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) eleva a 19 el número de personas muertas -12 trabajadores de MSF y 7 pacientes de ciudados intensivos, entre ellos 3 niños- en el bombardeo sufrido este sábado en el hospital que tiene en la localidad afgana de Kunduz, al norte del país. Según el balance de MSF, todavía provisional, también hay 37 personas heridas, 19 de ellas trabajadoras de la ONG y cinco de las cuales están en estado crítico. Todos los indicios apuntan actualmente a que el bombardeo fue llevado a cabo por las fuerzas de la Coalición Internacional, con EEUU a la cabeza.

En un comunicado, MSF condena "en los términos más enérgicos posibles" el "terrible bombardeo" de su hospital de Kunduz en un momento en el que éste se encontraba completamente lleno de personal y pacientes. MSF exige una "explicación completa y transparente" de la Coalición en relación con sus actividades de bombardeo aéreo en Kunduz. MSF también pide una investigación independiente sobre el ataque para asegurar la "máxima transparencia" y exige responsabilidades.

"Este ataque es aberrante y una grave violación del Derecho Internacional Humanitario", afirma Meinie Nicolai, presidenta de MSF. "Exigimos la total transparencia de las fuerzas de la Coalición. No podemos aceptar que esta horrible pérdida de vidas simplemente se califique como 'daños colaterales", ha añadido.

Según relata la ONG, de las 2.08 am (hora local) hasta las 03.15 am, el Centro de Trauma de MSF en Kunduz fue golpeado por una serie de bombardeos aéreos, en incursiones a intervalos de aproximadamente 15 minutos. El edificio principal del hospital, que alberga la unidad de cuidados intensivos, las salas de emergencia y la sala de fisioterapia, fue golpeado repetidamente con mucha precisión durante cada incursión aérea, mientras que los edificios circundantes quedaron en su mayoría sin afectaciones.

"Las bombas cayeron y luego escuchamos al avión volando en círculos", dijo Hernán Nagarathnam, Jefe de Programas de MSF en el norte de Afganistán. "Hubo una pausa, y luego cayeron más bombas. Esto sucedió una y otra vez. Cuando logré salir fuera de la oficina, el edificio principal del hospital estaba envuelto en llamas. Aquellas personas que pudieron habían sido trasladadas rápidamente a dos bunkers del edificio, en busca de seguridad. Pero los pacientes que no pudieron escapar resultaron quemados vivos mientras yacían en sus camas".

El atentado tuvo lugar a pesar de que MSF había proporcionado las coordenadas GPS del Centro de Trauma a la Coalición y a los funcionarios militares y civiles afganos en fecha tan reciente como el martes 29 de septiembre, para evitar que el hospital fuese atacado. Como es práctica habitual de MSF en las zonas de conflicto, MSF había comunicado la ubicación exacta del hospital a todas las partes en el conflicto.

A raíz del ataque, el equipo de MSF trató desesperadamente de salvar las vidas de sus colegas heridos y pacientes y se creó un quirófano improvisado en una habitación en buen estado. Algunos de los pacientes más gravemente heridos fueron trasladados a un hospital de Puli Khumri, a dos horas en coche.

"Además de la muerte de nuestros colegas y pacientes, este ataque ha cortado el acceso a la atención traumatológica urgente para la población en Kunduz en momentos en que sus servicios son muy necesarios", dijo Nicolai. "Una vez más, hacemos un llamamiento a todas las partes en conflicto a respetar a los civiles, centros de salud y al personal médico, de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario".

Desde que los combates estallaron el lunes, MSF había tratado a 394 personas heridas. En el momento del ataque aéreo había 105 pacientes y sus cuidadores en el hospital, junto a más de 80 trabajadores internacionales y nacionales de MSF.

MSF expresa su más sentido pésame a los familiares y amigos de los miembros de su personal y de los pacientes que han perdido trágicamente la vida en este ataque.

Este hospital de MSF es la única estructura médica con servicios de traumatología y cirugía en toda la región del noreste de Afganistán, y proporciona atención gratuita que salva vidas. "Los equipos de MSF tratan a todas las personas de acuerdo a sus necesidades médicas y no hacen distinciones basadas en el origen étnico, las creencias religiosas o la afiliación política de los pacientes", afirma su presidenta.

Fuentes de la ONU apuntan que el bombardeo de la Coalición Internacional sobre hospital de MSF en Kunduz "podría ser un crimen de guerra".

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