El Informe Raxen es elaborado anualmente al objeto de monitorizar incidentes o hechos relativos al racismo, xenofobia, antisemitismo, islamofobia, antigitanismo, homofobia y otras formas de intolerancia. Este informe se inició en 1995, a raíz de las graves agresiones y asesinatos protagonizados por grupos neonazis y racistas, consolidándose a través de los años y ofreciendo un aporte de datos imprescindible para investigar, analizar incluso proponer políticas de prevención criminal y de apoyo a las víctimas.
El Informe de 2016 constata una elevada preocupación de los organismos internacionales - ONU-CERD, OSCE, Consejo de Europa y Unión Europea - de defensa de los derechos humanos por el discurso de odio y el auge de movimientos extremistas y partidos que hacen propaganda racista, xenófoba antisemita e islamofoba, para impulsar la destrucción de los valores democráticos
En el Estado español, aunque con mejor situación relativa que otros países europeos, la monitorización realizada nos acerca a unos 500 incidentes o hechos relacionados con delitos de odio racial, xenófobo o de otra intolerancia criminal durante el año 2016. Persisten signos inquietantes al registrar en el País Valencià (93 incidencias), Madrid (72), Catalunya (58), Andalucía (57), Castilla y León (31), Aragón (27), y Balears, Murcia, Euskadi, Nafarroa (con más de 20), detectándose incidentes en todos los territorios.
En un diagnóstico de la situación sobre aspectos a los que no se está prestando la debida atención social e institucional, desde el Movimiento Contra la Intolerancia señalan que actualmente, aumenta la presencia del “discurso de odio” (Hate Speech) en Internet y redes sociales, donde se alienta al racismo, xenofobia, antisemitismo, islamofobia, antigitanismo, homofobia y otras formas de intolerancia.
Siguen produciéndose numerosas agresiones por individuos racistas o grupos neonazis contra inmigrantes, musulmanes, homosexuales y otros ciudadanos señalados por su diversidad.
Crecen socialmente los incidentes de xenofobia y de otras manifestaciones de intolerancia frente a inmigrantes, gitanos y otras personas con diversidad religiosa y social, con unas cifras entre de entre 4.000 y 6.500 hechos en este sentido.
Existe presencia de grupos xenófobos en nuestras ciudades que ocupan edificios y usan “el hambre y los alimentos” excluyendo a inmigrantes, además de agitar contra los musulmanes y la convivencia democrática, como es el caso de los denominados Hogares Sociales, presentes en Madrid y Zaragoza.
Las gradas de los campos de fútbol continúan siendo un vivero de grupos racistas y neonazis. Muchas de las agresiones violentas y enfrentamientos se producen en sus aledaños.
Por último destacan que el mensaje del populismo xenófobo y de las organizaciones extremistas europeas es difundido por ultraderecha española, mediante campañas, reuniones y mensajes por Internet y redes, así como compromisos de apoyo.
Desde el Movimiento Contra la Intolerancia llaman la atención a las instituciones para que sean más proactivas y trasladan su inquietud por la insuficiente actividad al respecto, reclamando a ayuntamientos y gobiernos territoriales, instituciones próximas a la ciudadanía, un mayor compromiso que incluya el apoyo a las organizaciones sociales que trabajan en defensa de las víctimas y en prevención de los delitos de odio.
En cuanto al Gobierno y al Parlamento español reconociendo los avances de últimos años, les recordamos la necesidad de un Plan de Acción y una Legislación Integral, así como de estimular las denuncias y concretar un apoyo efectivo a las víctimas de delitos de odio, y proceder al cierre de “sites” en Internet que promuevan el discurso y delitos de odio, la discriminación o la violencia xenófoba, racial, antisemita, islamófoba, antigitana, homófoba, neonazi o cualquier manifestación de intolerancia criminal.