Miles de peces aparecen muertos en el río Cinca a su paso por Monzón

Ecologistas en Acción denuncia que la zona de servicios del Polígono Industrial de Paules debería estar conectada en su totalidad a la depuradora de Monzón o disponer de depuradora propia, y se pregunta cómo es posible que el vertido llegara al río sin pasar por depuradora

La estación de la Red de Calidad de Aguas instalada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (Red SAICA) en el río Cinca, aguas abajo de Monzón, detectó un aumento de la concentración de amonio en la noche del pasado 14 de noviembre que llegó a alcanzar los 3,83 mg/L NH4, más de 30 veces la concentración media en esta estación y que se sospecha “fue la causante de la mortandad de peces”, sostienen desde Ecologistas en Acción.

Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón y del Seprona de la Guardia Civil estuvieron recogiendo, el pasado miércoles, muestras de peces, por lo que se espera que las analíticas de los mismos aclaren la causa de la mortandad.

Ecologistas en Acción estuvo investigando la procedencia del vertido, aguas arriba de los puentes de la N-240 y el ferrocarril, donde existen numerosos puntos de vertido de industrias, acequias y de la zona de servicios del polígono Paules. “Los peces muertos aparecían aguas abajo del vertido de la zona de servicios del polígono industrial de Paules donde se asientan numerosas empresas, por lo que el vertido pudiera proceder de alguna industria o taller instalado en esta zona”, subrayan desde la organización conservacionista.

El vertido de sustancias contaminantes por encima de los límites permitidos, causando daños al medio ambiente, está considerado como un delito ecológico. Ecologistas en Acción espera que en cuanto se sepa la procedencia del mismo, el Gobierno de Aragón presente una denuncia en el juzgado a la que piensa sumarse como acusación particular. De momento, la organización conservacionista va a poner en conocimiento de la Fiscalía los hechos producidos y el material gráfico obtenido.

Ecologistas en Acción (Gráfico)

A su vez, la organización denuncia que la zona de servicios del Polígono Industrial de Paules debería estar conectada en su totalidad a la depuradora de Monzón o disponer de depuradora propia, y se pregunta cómo es posible que el vertido llegara al río sin pasar por depuradora. “El Instituto Aragonés del Agua (IAA) cobra el impuesto de contaminación de las aguas a estos talleres y pequeñas industrias por lo que se debería depurar”, señalan.

A juicio de Ecologistas en Acción, “la falta de depuración de estos vertidos supondría el incumplimiento de la Directiva Europea de Depuración que desde el año 2000 imponía su tratamiento. A la vez que significa una burla a la Directiva Marco de Aguas, que requería a los Estados miembros que en 2015 cumplieran el buen estado ecológico y químico de todos sus ríos, aspecto que está lejos de cumplirse en la zona donde se realizan los vertidos industriales y que se agrava por la falta crónica de caudales en el río”, advierten.

No es la primera vez que un vertido procedente de esta zona del polígono Paules provoca una mortandad de peces, por lo que, en opinión de la organización, resulta necesaria la depuración de todas las aguas residuales, aspecto que se va a reclamar a las administraciones competentes, Instituto Aragonés del Agua, Ayuntamiento de Monzón y Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Por otro lado, Ecologistas en Acción se va a dirigir a la CHE para que realice un mantenimiento de los caminos y de las señalizaciones de los puntos de vertido de industrias y acequias existentes en la zona de Monzón, y que se construyeron en la época en la que Rafael Romeo fue presidente de este organismo. “Infraestructuras que se encuentran casi abandonadas y que son  fundamentales para realizar seguimientos de las mortandades de peces en la zona”, aseveran.

CHA pedirá explicaciones en el Senado español por la muerte de miles de peces en el Cinca

A propuesta de CHA-Monzón se van a registrar una serie de preguntas en el Senado español, para su respuesta escrita, por parte del senador Carles Mulet (Compromís), fruto de los acuerdos establecidos entre ambos partidos.

De esta forma, la formación aragonesista solicitará al Gobierno español toda la información para aclarar las causas de la muerte de unos 2.000 peces en el río Cinca. Asimismo, también quiere conocer las medidas que tomará la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), “responsable de la calidad del agua”, para que estos hechos no se vuelvan a producir.

Para Alberto Ferraz, coordinador de CHA-Monzón, “lo que es evidente es que el vertido detectado aguas abajo del polígono Las Paules ha provocado un desastre ecológico, y lo que esperamos es que una vez realizados los pertinentes análisis se consiga asociar las sustancias con la empresa causante del vertido para que pague por este delito”.

“Nos encontramos ante un hecho grave, y excepcional, puesto que la última vez que ocurrió algo similar fue en los años 2004 y 2007”, lamentan desde CHA-Monzón.

El Instituto Aragonés del Agua asegura que los vertidos industriales no podrían tratarse en la EDAR de Monzón

“Los vertidos que están en el origen de la mortandad en el polígono de las Paules son vertidos industriales con una fuerte carga contaminante que no podría tratarse en la EDAR de Monzón”, aseguran desde el Instituto Aragonés del Agua (IAA). “De hecho –matizan-, nunca se ha planteado la conexión de dichos vertidos industriales, que tienen sus autorizaciones individuales de vertido a cauce y que pagan el ICA como todos los industriales en la misma situación, al 100%”.

A su juicio, “en este aspecto el impuesto tiene importantes externalidades positivas, al fijarse la base imponible y la tarifa en función de los volúmenes de vertido y la carga contaminante. Lo que en la mayor parte de los casos incentiva el esfuerzo inversor de los industriales para hacer un uso más eficiente del agua y depurar sus aguas residuales, no solo para cumplir los parámetros que exige la norma sino para reducir la carga soportada por el ICA”.

Por último recalcan que desde el IAA promueven “el tratamiento de las aguas residuales por los usuarios que más la contaminan”. “Aquí se cumple el principio de quien contamina paga y por eso los industriales depuran más para pagar menos”, apostillan.

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