“Mi abuela y mi bisabuela asistían partos y yo quiero ser doula, lo llevo en la sangre”

"Frente a toda la basura mediática que se ha ido real­izando en estos días con­tra la figura de la doula", Febrero Fem­i­nista quiere lan­zar "algo de luz y de ver­dad de estas mujeres y las tar­eas que realizan". Para ello han real­izado una entre­vista a Teresa Mil­lán Fajó, doula en formación.

doula-gioia-albano"Frente a toda la basura mediática que se ha ido real­izando en estos días con­tra la figura de la doula", Febrero Fem­i­nista quiere lan­zar "algo de luz y de ver­dad de estas mujeres y las tar­eas que realizan". Para ello han real­izado una entre­vista a Teresa Mil­lán Fajó, doula en formación.

Febrero Feminista.- ¿Qué es una doula?

Teresa Mil­lán Fajó.- Es una mujer que acom­paña emo­cional y/o físi­ca­mente a otra mujer en su pro­ceso de la mater­nidad. Puede estar a su lado en la pre­con­cep­ción, embarazo, parto, post­parto y/o duelo.

FF.- ¿Qué papel desempeña?

TMF.- Acom­paña y apoya a la mujer que con­trata sus ser­vi­cios. Con­fía en ella y en su bebé, la respeta y la cuida. En caso de tener que ofre­cer infor­ma­ción sobre algún tema, la doula siem­pre debe hac­erlo sin dar su opinión, sin recomen­dar, ni lle­var a su ter­reno y sin juz­gar ninguna decisión. La mujer decide de man­era libre y/o en com­pañía de su pareja.

Las doulas no hacen ser­vi­cios san­i­tar­ios, ni clíni­cos. Pero sí que pueden poner una bolsa de agua caliente en la zona lum­bar, para ayu­dar a cal­mar el dolor, por ejemplo.

FF.- ¿Qué sen­si­bil­i­dades y habil­i­dades te acer­can a este campo?

TMF.- Este ver­ano una amiga, me pidió que la acom­pañara en su parto. Tenía con­tratada con unas matronas, la dilat­ación en casa. Si se veía capaz, pariría en casa, si no iría al hospital.

Fue un parto muy largo, y la expe­ri­en­cia me des­pertó muchas emo­ciones. Al com­par­tir­las con mi familia, me enteré de que mi bis­abuela y abuela hacían esta labor en el pueblo. No eran comadres, ellas sólo acom­paña­ban, esta­ban presentes.

Así que creo que lo llevo en la san­gre y por eso me estoy for­mando como doula. Me gus­tan las mujeres, con­fío en nues­tra sabiduría, en nues­tra fuerza y en nues­tra capaci­dad de hacer lo que nos pro­pong­amos. Antes se vivía en comu­nidad, en tu parto asistía tu madre, tu her­mana, alguna vecina… la cri­anza se hacía de forma con­junta, estabas arropada y cuidada por otras mujeres. Ahora mismo la vida que lle­va­mos, no nos lo per­mite y creo que desde esta necesi­dad nacen las doulas.

FF.- Difi­cul­tades y ries­gos de vues­tra función.

TMF.- Todavía estoy reci­bi­endo la for­ma­ción, pero con la expe­ri­en­cia que tuve este ver­ano y lo que estoy apren­di­endo, podría decir que ninguna. Aunque después de todo lo que ha salido en los medios de comu­ni­cación, parece que pueda sur­gir alguna.

FF.- ¿Cuál es la real­i­dad de los par­tos en la sanidad pública?

TMF.- Enten­di­endo el embarazo y parto como parte de nues­tra sex­u­al­i­dad, me gusta una simil­i­tud que leí en un foro. “¿Cuán­tas mujeres seríamos capaces de lle­gar a un orgasmo en una sala llena de luces, en una pos­tura que no nos sen­ti­mos cómodas o incluso sin­tiendo dolor, con otra mujer inten­tando tener otro orgasmo en la cama de al lado, gente entrando y saliendo de la habitación, pre­gun­tán­donos cosas, mirando y midi­endo nues­tras vul­vas….?” Es prác­ti­ca­mente imposi­ble ¿No somos capaces de parir? Claro entonces comien­zan las inter­ven­ciones médi­cas, oxi­tocina para dilatar, blablá, blablá, blablá.

Creo que la real­i­dad es que no se respeta el tiempo, ni las condi­ciones que cada mujer y bebe, nece­si­tan para parir y nacer.

FF.- ¿Qué opinión tienes sobre las últi­mas noti­cias sobre la fun­ción de las doulas?

TMF.- En mi opinión, se trata de desconocimiento y miedo. Cuando leí el informe no sabía si echarme a reír o a llo­rar. Las acusa­ciones que se han hecho no tienen nada que ver con la for­ma­ción que estoy reci­bi­endo sobre la labor de las doulas, en la que el respeto y cuida­dos hacia la mujer es lo más importante.

Las prác­ti­cas que apare­cen en el informe, las conozco porque siem­pre he sido muy curiosa y me ha gus­tado leer sobre estos temas entre otros. No me pare­cen ningún escán­dalo, siem­pre que no se saquen de su con­texto, como se ha pre­tendido inten­tando desprestigiar.

Y sin olvi­dar la ima­gen en la que dejan a la mujer, en cuanto a nues­tra capaci­dad de decisión y elección.

Espero que de todo este jaleo que han orga­ni­zado, salga algo pos­i­tivo y sirva para recono­cer la labor de las doulas, que puede ser muy com­ple­men­taria al tra­bajo de las matronas.

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